EFE-Niza (Francia)
Mark Philippoussis consiguió ante Cedric Pioline el tercer y
definitivo punto de la final de la última Copa Davis del milenio y
le dio al equipo australiano su vigésima séptima ensaladera.
Philippoussis fue el héroe de Australia a sus 23 años. Se concentró
al máximo para eludir la presión ambiental y, arropado en sus
quince saques directos, desarboló a Pioline, al que derrotó por
6-3, 5-7, 6-1 y 6-2, en dos horas y 42 minutos.
La victoria del australiano restó interés al último encuentro de esta final, en el que Sebastien Grosjean ganó la «consolación» a Lleyton Hewitt en dos intrascendentes mangas por 6-4 y 6-3. La afición local, pese a que ya estaba certificada su derrota, hizo repetidamente la famosa «ola» y obligó al juez de silla a parar el juego durante bastantes minutos.
Australia, que con anterioridad había eliminado a Zimbabue, Estados Unidos y Rusia, afrontaba esta jornada con 2-1 a su favor tras la victoria en el partido de dobles del sábado. Pese a que la afición de Niza se conjuró para arropar a Pioline, el número uno del conjunto francés, Philippoussis no se inmutó y desde el principio demostró que iba a ser casi una misión imposible derrotarlo, con la única laguna de la segunda manga.