El fútbol vuelve a vivirse con pasión. Al menos, por un día. Las maltrechas gradas de Can Misses ofrecen un aspecto sano y repleto, lleno de afición de ambos bandos que acude como no lo hacía hace tiempo para disfrutar del derbi. La nueva Peña Sobrasada de Santa Eulària se encarga de calentar el ambiente con la presencia de pancartas, reparto de suministros y cánticos de euforia, que animan la fría tarde futbolera en la cancha del Eivissa.
Los aficionados de la Peña Deportiva, que sueñan con el ascenso, se han volcado con su equipo más que nunca. «Creo que el 80% de la gente que hay es de Santa Eulària. La afición se ha desbordado completamente. Hacía años que no había tanta gente», comentan en el descanso un grupo de fieles seguidores de la Peña. El cemento ha sido sustituido por hombres, mujeres y niños, que en el caso de los más viejos del lugar quieren revivir duelos de antaño.
«Es una sorpresa ver tanta gente después de tantos años de miseria. Creo que hay más de mil personas», apunta desde el bar un veterano aficionado.Algún seguidor del Eivissa cree que la asistencia masiva de hoy y el espectáculo que se está viviendo puede tener continuidad. «Costará un poco, pero se volverá a vivir el fútbol. Lo que pasa es que faltan patrocinadores», señala un seguidor. El fútbol ya no entiende de sexo y la afición femenina también quiere y tiene algo que decir. Éste derbi ha devuelto al campo hasta las más escépticas. «Hace tres o cuatro años que no venía.