1 GASIFRED AT: Poli, Marcos, Manolo, Linero y Luis -cinco inicial-. También jugaron Seco, Salva, Juan Cristóbal y Bartolomé Marí.
9 SANT CUGAT: Muñoz, González, Manzanares, Carles y Ramírez -cinco inicia-. También jugaron Mion, Eduardo, Bosch, De Pablo, Portell y García.
ÀRBITROS: Albert Vigo, Joan Figueras y Turigas Ataz (mesa). Amonestaron a Poli, Marcos, Salva y Luis en el Gasifred y a González y Manzanares en el Sant Cugat. Expulsaron con doble amonestación a Juan Cristóbal.
GOLES
1-0, m. 16: Luis.
1-1, m. 18: Eduardo.
1-2, m. 20: Ramírez.
1-3, m. 20: Manzanares.
1-4, m. 32: Bosch.
1-5, m. 33: Portell.
1-6, m. 38: González.
1-7, m. 38: Mion (penalti).
1-8, m. 38: García.
1-9, m. 40: García.
MARCO TORRES
El Gasifred dio ayer un mal espectáculo al caer derrotado 1-9 ante el Sant Cugat. El desarrollo del encuentro reveló a un conjunto desdibujado, dominado por la desunión y las peleas, muy lejos de la imagen de equipo, de bloque que siempre había dado. Tras adelantarse en el marcador 1-0, por mediación de Luis, la relajación se adueñó del juego local. La relajación dio paso a la dejadez, y todo ello, a una derrota de escándalo, que ni los más viejos del lugar recordarán en la historia de este equipo.
Los catalanes aprovecharon los descuidos en defensa de los ibicencos para empatar y adelantarse en el marcador y al descanso ya ganaban 1-3. En la reanudación el Gasifred salió presionando más en defensa robando más balones y llegando al área contraria. Sin embargo, sus acciones carecían de eficacia y las individualidades echaron a perder el trabajo desde atrás.
Con la mitad del segundo tiempo cumplido los locales intensificaron su presión, extendiéndola a todo el terreno de juego, buscando mayor eficacia en sus acciones. Al principio funcionó, pero en el minuto 32 Bosch rompió la presión marcando el 1-4 y desde ese momento el partido y el marcador fueron de dominio catalán. Con la llegada del resto de goles la imagen del equipo se fue deteriorando aún. Los últimos minutos fueron de total sorpresa para los jugadores visitantes que no se creían lo que estaba pasando.