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Ciclismo

Vuelve la subida al Angliru y la crono por equipos en la Vuelta

La ronda española del 2002 tiene como una de las novedades la ausencia de los Pirineos

Felipe Recuero - MADRID
La quincuagésima séptima edición de la Vuelta a España, que comenzará en Valencia el 7 de septiembre y terminará el 29 de ese mes en el estadio de fútbol del Santiago Bernabeu del Real Madrid, presenta un trazado similar al de las últimas ediciones. Un recorrido que, en palabras del director general de Unipublic, Enrique Franco, «mantiene el nerviosismo», con etapas cortas de media montaña, cuatro finales en alto y un par de cronometradas individuales largas, además de una contrarreloj por equipos para levantar el telón.

La contrarreloj por equipos del primer día, por las calles y autovías de Valencia, sobre 30 kilómetros, es una de las pocas novedades que presenta el trazado en el cual se mantiene la montaña con cuatro llegadas en alto (Sierra Nevada, La Pandera, Angliru y La Covatilla), dos menos que en la pasada edición y 95 kilómetros contrarreloj individual. El alto de La Pandera, en Jaén, es un puerto inédito por la totalidad del pelotón profesional, aunque conocido por varios corredores, ya que en algunas ocasiones ha estado incluido en la prestigiosa Vuelta a Andalucía. Son una docena de kilómetros con desniveles que llegan hasta el 17 por ciento.

Algo similar ocurre con La Covatilla, una estación invernal cerca de Salamanca, de una distancia similar y que cuenta con rampas similares, con un porcentaje medio del 8 por ciento y el aliciente de que es el último final en alto de la carrera, a tan sólo tres días del final de carrera. Un trazado similar al de las últimas ediciones, pues el kilometraje medio de las etapas en línea es de poco más de 140 kilómetros siendo la más larga la séptima con casi 200 kilómetros. Ninguna de las etapas llega a los 200 kilómetros.

Las novedades de la próxima edición son la contrarreloj por equipos, algo que no sucedía desde 1992, además de los finales en alto de Sierra Nevada y el «joven» Angliru y dos montañas nuevas como son La Pandera (Jaén) y La Covatilla (Salamanca). La otra es que, por cuarta vez en la historia de la prueba, no hay etapas pirenaicas. Las anteriores fueron en 1979 -año que debutó la actual empresa organizadora-, en 1986 y 1997. Se disminuye la dosis de montaña con ese recorte de dos finales, pero no por ello el perfil montañoso, pues al margen de esos cuatro finales en alto son seis las jornadas consideradas de media montaña. En total tres puertos de categoría especial, once de primera y siete de segunda.

Los especialistas en la lucha contra las manecillas del reloj dispondrán de un par de ocasiones para su lucimiento. La primera de ellas en Córdoba, en la décima etapa, sobre 50 kilómetros y la otra el último día, con salida en el parque temático de la Warner, en la localidad madrileña de San Martín de la Vega, y llegada en el estadio de fútbol del Santiago Bernabeu del Real Madrid, en la capital española. Por medio muchos kilómetros, numerosas etapas, vario recovecos, que, a buen seguro decidirán la Vuelta, pues las denominadas jornadas clave, reinas, cada vez son menos decisivas, aunque sí espectaculares que en definitiva es lo que quiere el aficionado.

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