La SD Eivissa está huérfana tras la dimisión en bloque de las personas que hasta ahora la dirigían. La convocatoria de asambleas, ordinaria y extraordinaria, sólo atrajo al Patronato municipal de deportes de Eivissa a una decena de socios de la que no partió ninguna iniciativa ni para formular ruegos y preguntas, según explicó el presidente dimisionario, Mariano Riera. Por su parte, Riera no presentó dimisión alguna en el transcurso de la asamblea, pese a que lo anunciara hace dos semanas afirmando que la haría formal el día de pago a la plantilla y posteriormente aseguró que lo haría en la asamblea.
El empresario ibicenco se limito a decir: «Yo dimito junto con el resto de la gestora; porque lo que dirigía la SD Eivissa, era una gestora», quiso aclarar el presidente. Las cuentas contaron con el visto bueno de la asamblea que, según Riera, «tuvo poco ambiente; nada que ver con las asambleas de hasta 300 socios que se veían en este tipo de reuniones en los buenos tiempos». La SD Eivissa cuenta en la actualidad con cerca de 300 socios, todos ellos fueron avisados de la reunión. En cuanto a nuevas iniciativas para presentar candidaturas, Riera se mostró escéptico y señaló no ver «nada claro» que vayan a surgir candidatos en el plazo estipulado ayer por la asamblea de socios. El calendario electoral comienza con la exposición del censo de socios con derecho a voto, que quedó abierta ayer y que finaliza el día 1 de junio.
La presentación de candidaturas podrá hacerse entre los días 3 y 5 de junio. La votación de las candidaturas se ha fijado para el día 10 del mismo mes. El plazo de presentación de candidaturas acaba el día 5 de junio. Al parecer, según informó el secretario del club ibicenco, Braulio Díaz, hay una corriente de rumores que apuntan a que Julián Verdera, sobrino del conocido empresario de ses Figueretes, está estudiando presentar un proyecto. Asimismo, también Julián Verdera Ribas, hijo del fallecido, estaría moviendo los hilos en el mismo sentido. Respecto a estos rumores, Riera afirmó: «No les doy crédito». Además, en tono amargo, Riera añadió, en referencia a la escasa respuesta social, que «hay personas que hablan mucho y luego, cuando es necesario, no aparecen».