Enrique Escande SEÚL
El más veterano y uno de los más jóvenes jugadores de la selección
de Corea, Myung-Bo Hong y Ki-Hyeon Seol, respectivamente, han
logrado una química perfecta entre la experiencia y el entusiasmo
juvenil de uno y otro en el equipo que se enfrentará a España en
los cuartos de final.
El que tiene apariencia de saberlo todo después de casi 130 partidos con la selección lleva el número 20 y el otro, el único jugador coreano que ha logrado afianzarse en el fútbol europeo, va con el 9, que en Corea también está reservado para los goleadores.
Hong piensa, ordena, grita y juega con una suficiencia ante la cual no hay coreano que se resista al elogio y a la idolatría, y el otro es todo velocidad, vigor, sorpresa y resistencia física.
Hong es un defensa libre que se ha convertido en un jugador emblemático en el equipo que dirige Guus Hiddink, por su solidez y su elegante estilo de juego, atributos por los cuales ha sido señalado como uno de los mejores jugadores asiáticos de los últimos años. Nacido en Seúl hace 33 años (los cumplió en febrero), Hong fue delantero en su adolescencia, lo cual le permite destacarse en su carrera profesional como un defensa de continuas incursiones en las áreas adversarias, donde expone con naturalidad recursos con el balón que superan la media del fútbol asiático.
Seol también es oriundo de Seúl, cumplió 23 en enero pasado, es delantero del Anderlecht belga (antes jugó en el Amberes) y Guus Hiddink cree firmemente en las posibilidades que tiene, por sus características, de lograr resultados sorprendentes en este Mundial, en el que la trepada coreana a cuartos ya es una hazaña.
Su carta de presentación en el Mundial, la misma que utilizan los intermediarios en estas épocas de receso y negociaciones en Europa, indica que ha jugado ya 30 partidos con la selección de su país, con la que ha marcado nueve goles, y que en la reciente temporada en Bélgica marcó 10 en 25 encuentros. Hiddink es el hombre señalado como el responsable del éxito de esta mixtura de madurez e impulso juvenil.