El Real Madrid cerró a última hora de la noche de ayer el fichaje del delantero brasileño Ronaldo. Florentino Pérez aprobó pasadas las once una operación por la que el club pagará 45 millones de euros (alrededor de 7.500 millones de pesetas), de los cuáles 35 millones se pagarán directamente al Inter del Milán y el resto se realizará a través del traspaso de un jugador en diciembre o en metálico. El traspaso de Fernando Morientes quedó descartado y el delantero español seguirá vistiendo de blanco. Ronaldo será presentado mañana lunes.
Hace dos días que el fichaje de Ronaldo parecía concretado, pero nunca terminaba de cerrarse. Fernando Morientes iba a utilizarse como moneda de cambio para abaratar el precio del astro brasileño pero el interés del Fútbol Club Barcelona por el delantero español complicó la operación. Barça y Morientes no se ponían de acuerdo en la ficha del jugador y Florentino Pérez veía una jugada de Joan Gaspart para dilatar el fichaje de Ronaldo. Ayer a las doce de la noche se cerraba el plazo para inscribir a futbolistas en la Liga de Campeones y cuando pasaban unos minutos de las once de la noche Florentino Pérez deció poner punto y final al culebrón del verano. Aprobó el desembolso de 45 millones de euros y consiguió que Morientes también se quedara en el club.
La segunda parte de la operación se concretará en diciembre. El Inter de Milán elegirá a un jugador de la plantilla madridista tasado en 10 millones de euros y el Real Madrid deberá decidir si traspasa al futbolista o desembolsa la diferencia. Dos centenares de hinchas hostiles con el futbolista brasileño Ronaldo se concentraron ante la sede social del Inter. Los tifosi, junto a una pancarta de cinco metros con la leyenda «Ronaldo infame», corean gritos contra el jugador, que se encontraba en las oficinas del club desde el mediodía.
Los gritos de los seguidores interistas ponen de manifiesto la ruptura entre la afición neroazurra y el astro brasileño, que se fue fraguando en las últimas semanas. En el segundo piso de la sede del Inter de Milán, en vía Durini, todos los participantes en las largas y complejas negociaciones cenaron (Ronaldo ha tomado sólo una ensalada), mientras se esperaba el último veredicto de esta rocambolesca jornada. Finalmente el Real Madrid decidió pagar los 45 millones de euros y Ronaldo vestirá la camiseta del actual campeón de Europa.