La española María Quintanal, que obtuvo el lunes en la disciplina de foso olímpico la primera medalla del deporte español, acabó en penúltima posición en las series clasificatorias de doble «trap» y quedó fuera de la final precisamente en la especialidad en la que tenía más posibilidades.
Apenas 48 horas después de obtener la medalla de plata el pasado lunes, María Quintanal vivió la cruz de estos Juegos Olímpicos y con sólo 97 puntos, quedó muy lejos de los 107 que necesitó la sexta clasificada para entrar en la lucha por las medallas.
El día era caluroso, circunstancia que a María Quintanal le resulta propicio, pero faltó el viento que necesita para rendir a buen nivel. Con 32 puntos en la primera serie, la tiradora española ya empezó a comprobar que el de hoy no era su día y en las dos siguientes rondas fue incapaz de mejorar estos registros, lo que ha provocado su eliminación de la competición.
Aunque la española había preparado las dos pruebas, su confianza se centraba en ésta última, en la que finalmente ha obtenido un mal resultado. Quintanal, quien tras ganar la medalla de plata dijo sentirse como la princesa de Asturias, no ha podido coronarse reina en esta competición.
Aunque su participación en los Juegos es «para estar satisfecha», por el momento sólo piensa en el relax, en descansar y más adelante tomará decisiones. También afirmó que estaba más nerviosa que el día de su boda y que no había podido dormir, lo que le ha producido un gran agotamiento físico, pero sobre todo mental, ya que la víspera de la competición, mientras se entrenaba, ya notaba que se «moría de sueño. Me he levantado con el pie torcido y aunque hacía un sol espléndido, me ha faltado el viento y no he tenido mi día», prosiguió.
A pesar de las ilusiones creadas, la tiradora no tuvo la concentración suficiente y su actuación quedó lejos de su mejor marca en esta especialidad.