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Olimpismo

Justin Gatlin, el más rápido en Atenas

Maurice Greene cede el trono de la velocidad y el portugués Obikwelu se cuela en el podio

Justin Gatlin (a la derecha de la imagen) en pleno esfuerzo en la prueba reina de la velocidad.

Dentro del amplio calendario atlético, los cien metros lisos son la prueba reina por antonomasia. En ella se decide el nombre del más rápido del planeta. Y en ella quedó patente que Maurice Greene tiene muchos aspirantes a ocupar su centro en la velocidad. El primero, otro estadounidense. A sus veintidós años, Justin Gatlin ha demostrado ser el más rápido en una carrera casi perfecta. Su registro de 9.85 se queda a una centésima del récord olímpico de Donovan Bailey y le corona como el nuevo rey de la velocidad. El portugués Francis Obikwelu se cuela en el podio con una plata que sabe a oro, mientras que Maurice Greene, el gran derrotado, se tiene que conformar con la plata. Y con quedarse a dos centésimas del que todos colocan como su sucesor en las pistas. Fue una final eléctrica, trepidante y que reunió todos loos ingredientes de una de las pruebas estelares de los Juegos. Un récord mundial es lo único que le faltaron a esos cada vez menos de diez segundos de explosividad y adrenalina en estado puro. Ahora, Gatlin es el jefe y Greene pasa a la historia, aunque parece que aún no ha dicho su última palabra.

La hora de Reyes. Cumplió con los pronósticos y el catalán volverá a desafiar a la lógica en la otra gran final del programa atlético. Los 1.500 metros volverán a ser testigos del pulso entre la medalla de oro y Hicham El Guerrrouj, que en Atenas tiene una asignatura pendiente de saldar. Se quedaron fuera Àlvaro Fernández y Juan Carlos Higuero, pero Estévez buscará una plaza entre los tres elegidos. Lo tiene difícil, pero en situaciones complicadas suele responder, aunque las medallas parecen adjudicadas.
Coleccionistas de diplomas. El voley playa puede ser una de las disciplinas que en breve engrose el medallero español. Bosma y Herrera se han metido en las semifinales y aspiran a coronar con una medalla su amplia colección de diplomas. La mejor noticia para un deporte que en nuestro país necesita un revulsivo así. Pasar a la final marcaría un punto de inflexión y a la vez premiaría la constancia de una de las parejas más regulares en la breve historia de este deporte dentro del programa olímpico. Bosma y Herrera lo tienen en la mano.

Corea mete miedo. Las cosas se complicaron en exceso para la selección española de baloncesto, que ante Corea del Sur padeció para cerrar la primera fase con una única derrota en su casillero. Las asiáticas tuvieron en su mano el triunfo, pero la falta de experiencia en momentos delicados, su candidez y la contada calidad de sus jugadoras acabó por lanzar a una España que el miércoles se verá las caras con Brasil. El cruce definitivo, el que puede señalar la senda de los metales o la salida de emergencia para un equipo que ha generado múltiples expectativas.

Plata que sabe a poco. La medalla del día corrió a cargo de la pareja femenina de tenis. Conchita Martínez y Virgina Ruano pocas veces lo tendrán tan fácil. En la final de veían las caras ante dos desconocidas. Las chinas Ting Li y Tian Tian Sun se han colgado el oro con autoridad, al derrotar a las españolas con un doble 6-3 que deja patente su autoridad. No supieron aprovechar las posibilidades de romper el servicio de sus rivales y dejaron pasar una ocasió de oro para hacer historia dentro de un deporte que se le da muy bien a España en los Juegos. Conchita dice adiós a esta competición con una imagen a la que nos tiene acostumbrados. Con una medalla al cuello.

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