José Antonio Diego|ATENAS
Joan Lino Martínez, cubano hasta el 9 de julio pasado, dio a España
la segunda medalla en atletismo con un tercer puesto en la final de
longitud que cubrió con piadoso velo el nuevo fracaso de Yago
Lamela, incapaz de pasar a la mejora. Por su parte, el ibicenco
Felipe Vivancos concluyó su participación en los Juegos Olímpicos
de Atenas con un séptimo puesto en la segunda semifinal de 110
metros vallas con una marca de 13.52 segundos. El campeón de
España, que participaba por vez primera en unos Juegos, había
superado dos rondas con marcas muy cercanas al récord nacional de
Javier Moracho. En cuartos de final corrió en 13.48. A la final
pasaban hoy sólo los cuatro primeros de cada serie.
Una semana después de que Paquillo Fernández se proclamara subcampeón olímpico de 20 kilómetros marcha, el nuevo Martínez dio al equipo español una medalla de bronce que su gran registro anterior de este año (8,26) permitía vislumbrar. Joan Lino Martínez (Lino forma parte del nombre) empezó mal, con 7,79 en su primer salto, pero ya en el segundo se encaramó al segundo puesto con la mejor marca de su vida: 8,32 metros. El concurso había quedado sentenciado con el registro del estadounidense Dwight Phillips en la primera ronda (8,59) pero las otras medallas tenían muchos pretendientes.
Para entonces, Yago Lamela, que en Sydney no superó la calificación, había hecho dos nulos. En el tercero sólo alcanzaría los 7,98, una marca que le cerraba las puertas de los tres últimos saltos. La plata provisional de Martínez se trocó en bronce definitivo con el quinto salto del estadounidense John Muffit, que mejoró su marca personal con 8,47 metros y arrebató el segundo puesto al ex cubano. Lino, el mejor junior del mundo en 1997 (8,06) y este año campeón iberoamericano en Huelva, había saltado esta temporada 8,26 y su forma mostraba una clara tendencia ascendente. En la calificación le había bastado un salto (8.10) para pasar a la final.