Carlos de Torres|ZARAGOZA
El italiano Alessandro Petacchi, del Fassa Bortolo, lleva camino de
hacerse en su casa con una nutrida biblioteca de literatura
española, ya que los vencedores reciben libros como premio especial
y ayer en Zaragoza anotó su segunda victoria al esprint, culminando
así el trayecto entre Soria y Zaragoza, de 167 kms, en la que el
luxemburgués Benoit Joachim no se movió del cargo de líder.
Petacchi, «míster esprint», volvió a llevar a buen puerto el buen tren de sus compañeros, muy finos ellos en el arte de poner a su líder en su sitio habitual. Lo intentó el T-Mobile de Zabel, pero hubo de conformarse con la segunda plaza. No pudo decir lo mismo Oscar Freire, que fue tercero. El Rabobank se borra en el momento de llevar en volandas al español. El viaje se cubrió en 4h.23.01.
Así que el italiano de La Spezia, a pesar, según el, de que no se encuentra a tono, sumó su novena etapa en la Vuelta y la decimonovena de la temporada. Así remató una jornada previsible en todo menos en el tiempo, ya que se pasó de la lluvia en Soria al calor de la capital maña, donde siempre se consiguen grandes medias de velocidad. Aquí batió el récord Igor González en 2001 a más de 55 por hora. Esta baza la prisa se plasmó en 38,2 por hora.
El velocista italiano, quien no acudirá al Mundial de Verona por ser demasiado duro para un velocista, tendrá tiempo para repasar las joyas literarias que ya tiene guardadas celosamente en su maleta, nada menos que el Cantar del Mio Cid por imponerse en Burgos y las Obras Completas de Baltasar Gracián por entrar a lo grande en la capital de Aragón. Aunque piensa llegar hasta Madrid, es improbable que agarre alguna obra de García Lorca en las montañas de Almería ó Granada.La general no cambió los nombres de la jornada anterior. Siguen al frente los carteros del US Postal con Joachim al frente, seguido de Max Van Heeswijk y Manuel Beltrán. Valverde, en la guarida en espera de la etapa de Morella, se mantuvo décimo a 45 segundos del líder y a 7 de la primera referencia a tener en cuenta, el kazajo Vinokurov, que es séptimo.
No faltó la escapada que anima cada día la carrera. Los españoles Xabier Florencio (Relax), Iñaki Flores (Euskaltel) y David Fernández (Costa de Almería) y el francés Julien Laidoun (FRA/AG2R) formaron grupo en el km 64 y juntos fueron en lucha con el viento hasta el 134, cuando los hombres del Fassa y el T-Mobile decidieron que ya estaba bien de aventuras.
Los hombres del Relax, que llegaban a la sede de su patrocinador se mostraron especialmente inquietos. El belga Roesems se metió después en otra fuga con Toni Colom (Balears), Astarloza (Ag2r) y Davis Herrero (Costa de Almería), sin pasar de medio minuto de ventaja.
El desenlace se cocinaba en el grupo con un molesto aire de cara que invitaba al «escaqueo». Nadie quería tirar del tren. Además algunos se iban al suelo, como el italiano Cuenego o el estadounidense Tyler Hamilton, un ciclista familiarizado con el asfalto. Otros sufrían pinchazos, como Menchov y Astarloa. A 3 kms de meta Fassa y T-Mobile pusieron en marcha la maquinaria.
Ongarato, Velo y Trenti volaron hasta la recta, hasta cerca de la línea de llegada, para evitar los efectos del viento en su infalible líder. Zabel se había propuesto amargar a «Peta», como Freire, pero al final, el alemán y el español se marcharon al hotel sin libro. Les quedaría el consuelo de ver la tele como segundones.