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Liga de Campeones

El Arsenal pone punto y final al ciclo galáctico

El Madrid firma tablas sin goles en Highbury y cae apeado a la par que dilapida su modelo

Arsenal 0
Real Madrid 0

ARSENAL: Lehmann; Eboué, Touré, Senderos, Flamini; Cesc Fábregas, Ljungberg, Gilberto Silva, Reyes y Henry.
Cambios: Pires por Reyes y Bergkamp por Hleb.

REAL MADRID: Iker Casillas; Salgado, Sergio Ramos, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Gravesen, Guti, Zidane, Beckham; Raúl y Ronaldo.
Cambios: Baptista por Gravesen, Cassano por Raúl y Robinho por Salgado.

Àrbitro: Lubos Michel (Eslovaquia), Mostró cartulina amarilla a Guti, Roberto Carlos, Gravesen, Raúl Bravo, del Real Madrid y a Henry, del Arsenal.

Efe|LONDRES

El estilo Arsenal, una tendencia del fútbol basada en trabajar con futbolistas jóvenes y prometedores, acabó con el ciclo del mundo galáctico del Real Madrid, un equipo que tras su dura eliminación en Highbury comienza a partir de hoy una nueva era, con una regeneración importante de su plantilla a corto plazo.

El Madrid, eso sí, lo dio todo. Se entregó, con voluntad y espíritu guerrero. Pero el fútbol juvenil, alegre, directo y vertical del Arsenal salió a flote. El fútbol europeo del futuro es de Cesc Fábregas, es de Kolo Touré y es de Eboué. Y de Henry, por supuesto.

López Caro apostó por Michel Salgado para detener a Reyes. En la ida, en el Bernabéu, Cicinho no vio nunca al sevillano. Y de ahí el cambio. Salgado jugó con intensidad y con casta. El otro enigma de la semana, lo resolvió López Caro alineando a Ronaldo y a Raúl juntos.

Ronaldo tuvo el gol de inmediato. A los dos minutos se encontró con un balón claro que lo sacó Lehmann con reflejos. Esa jugada ilustró el mal momento del brasileño. Sin fuerza, sin fe, Ronaldo regaló al Arsenal un gol que podía haber sido decisivo.

El Madrid se vio desbordado por el ritmo del Arsenal. El fútbol del siglo XXI es velocidad. Y el Arsenal de Arséne Wenger es eléctrico y directo. Fue un avión. Mientras, enfrente al Madrid, con Zidane, Gravesen y Guti en la creación le costaba un mundo llegar al borde del área.

El fútbol español está de enhorabuena. Cesc Fábregas es la aparición más interesante y explosiva desde la llegada de Raúl al fútbol profesional. Lo tiene todo Cesc para mandar en el Arsenal y en el Mundial con la selección española. Es inteligente, aguanta la presión, es fiable en la entrega y encima es agresivo. Sin contar con un físico envidiable, del perfil de Vieira, Cesc dirige al Arsenal con autosuficiencia.

José Antonio Reyes tuvo el gol más claro a los 43 minutos. Mandó un balón al larguero dentro del área tras una jugada donde Sergio Ramos había cometido un error infantil. No fue el día de Ramos, al que aún le falta poso internacional. Ljunberg, Hleb, Henry. Los tres son dinámicos. Amagan y se van siempre.

En el Madrid, salvo la lucha de Raúl, que metió la pierna siempre sin miedo a pesar de su reciente lesión, pasó inadvertido. Tácticamente, el Madrid no supo aprovechar la debilidad de Flamini en el flanco izquierdo. No tuvo bandas nunca en el primer tiempo y eso ayudó al Arsenal, que tuvo en Senderos y en Touré a dos valores firmes en el centro de la defensa.

Tras el descanso, hubo intensidad. Fue un encuentro de ida y vuelta, con un derroche físico enorme del Arsenal. El equipo de Wenger sacó petróleo de su condición física. Eboué, por ejemplo, ilustra el prototipo de futbolista moderno, pletórico. Un atleta, en suma, que en el último cuarto de hora empujó al Real Madrid hacia el portal de Iker.

El Arsenal se adornó quizás en demasía en la última media hora. Disfrutó de ocasiones claras, aunque el balón más peligroso de gol lo tuvo Raúl, que mandó un balón al palo. Raúl se dio una auténtica paliza. Acaba de recuperarse de una grave lesión y se dejó el alma. Jugó 72 minutos y López Caro lo mandó a la ducha con el deber cumplido para dar entrada a Cassano.

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