Efe
El vigente campeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso, exhibió ayer su destreza al volante por las calles de la capital hispalense ante unos 270.000 espectadores, que se dieron cita en torno a un circuito urbano de dos kilómetros y medio creado para esta 'Road Show', celebrada por primera vez en Madrid en 2003. El espectáculo, adornado por el reciente triunfo del asturiano en Montmeló, ha supuesto una inversión total de 580.000 euros. El 70 por ciento de esta cifra ha sido costeada a través de patrocinadores privados, mientras que la asistencia del propio Fernando Alonso fue de carácter gratuito para el público. De hecho, se extremaron las medidas de seguridad, dado que los aficionados estuvieron separados de la carretera mediante tres anillos formados por un doble vallado, por el que velaron numerosos vigilantes privados y policías.
El trazado de este improvisado circuito sevillano se extendió a lo largo de 2.500 metros, con línea de salida en la Glorieta de San Diego, para seguir por la avenida de María Luisa, Glorieta de los Marineros Voluntarios, Paseo de las Delicias y Glorieta de México. Desde ahí Alonso, que corrió a los mandos del Renault RS-25, giró para seguir en sentido inverso. Asimismo, se establecieron a lo largo del recorrido doce puntos de acceso, todos ellos a pie para los aficionados, así como pantallas gigantes, un servicio de asistencia sanitaria y 25 parejas de informadores, que estuvieron a disposición de los sevillanos para aclarar cualquier duda sobre el desarrollo de evento. Como complemento, y con anterioridad a este road show, que se ha celebrado para conmemorar el XL aniversario de la factoría que tiene Renault en Sevilla, se realizó una exhibición de vehículos deportivos e históricos de la empresa automovilística.