Europa Press|INDIANAPOLIS
El piloto británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) consiguió su segundo triunfo como piloto de Fórmula 1 en el Gran Premio de Estados Unidos, séptima prueba puntuable del Mundial, en la que superó nuevamente a su compañero de equipo, el español Fernando Alonso, segundo, así como al brasileño Felipe Massa (Ferrari), tercero, con lo que amplía hasta los diez puntos su diferencia sobre el asturiano en la general del Campeonato del Mundo.
Intensísima carrera sobre el óvalo de Indianápolis, en donde Lewis Hamilton volvió a demostrar de principio a fin que su adaptación a la Fórmula 1 es total. Su dominio en cada carrera (dos victorias, cuatros segundos puestos y un tercero) ya no puede ser producto de la casualidad.
De momento, y sin llegar todavía al ecuador del calendario, el campeón de la GP2 en 2006 es líder del Mundial, aventajando a Fernando Alonso en diez puntos, quien regresó al podio después de los problemas de Canadá.
En una carrera en la que los BMW naufragaron en un circuito que, en principio, se le adaptaba perfectamente a sus condiciones de mucha potencia, fue el turno de los McLaren, que en una conjunción magnífica de coche, neumáticos y pilotos, nunca abandonaron los dos puestos de cabeza. Hamilton consiguió, además, en la parte intermedia de la carrera la vuelta rápida (1:13.222). Por su parte, Alonso nunca perdió la cara a la prueba. Antes de la primera entrada para repostar y cambiar de neumáticos, el británico paulatinamente fue aumentando su diferencia con el asturiano. Era la vuelta 15 y Hamilton superaba en más de tres segundos a Alonso.
La situación todavía estaba controlada, pero el ex piloto de Renault no se podía despistar. Después de la primera parada, el panorama cambió. Con unos neumáticos más blandos, los tiempos de los pilotos punteros comenzaron a bajar y los McLaren-Mercedes se apretaron. El asturiano, que ya avisó en la salida a su compañero de que el final de recta era un sitio óptimo para adelantarle, lo volvió a intentar antes del segundo reposte.
Hamilton, nuevamente, lo arrastró hasta la parte de fuera de la pista, haciendo imposible el adelantamiento de Alonso. Era la primera vez que ambos pilotos se medían en un duelo directo sobre el asfalto en toda la temporada y el británico estuvo a la altura.
El protegido de Ron Dennis, el máximo mandatorio de la escudería McLaren, aguntó el órdago de Alonso, y después de entrar en la segunda parada en segundo lugar no tuvo excesivos problemas en los últimos giros de la carrera para conseguir el triunfo final. Por detrás y tras un eléctrico arranque, en el que Ralf Schumacher (Toyota) y David Coulthard (Red Bull) fueron los principales damnificados, Kimi Raikkonen (Ferrari), relegado hasta la sexta plaza, comenzó una estupenda remontada, que no pudo culminar con un podio, ya que su compañero Massa le cerró todos los huecos en otro duelo entre compañeros de escudería.