Joan Francesc Ferrer, Rubi, técnico de la SE Eivissa, se marchó ayer de Pamplona satisfecho por haber logrado su primer punto a domicilio aunque volvió a lamentar que su equipo incurriera en viejos errores.
«Hemos visto un Eivissa de dos caras: en la primera hemos salido desconcentrados y hemos concedido goles y en la segunda hemos estado volcados, peleones, y hemos confiado en que podíamos sacar algo positivo. Hemos sumado nuestro primer punto a domicilio y ojalá sea ahora el punto de inflexión», explicó el entrenador visitante.
El Eivissa volvió a mostrar una evidente fragilidad defensiva, y es que el bloque rojillo es el más goleado del grupo III de Segunda división B con 16 goles en contra. Por último, el entrenador visitante también reconoció que las jugadas a balón parado fueron la clave del encuentro: «De los seis goles, cuatro han sido a balón parado. Somos fuertes en ese aspecto y sabíamos que Osasuna sufre en este aspecto. Por eso lo hemos explotado y nos ha salido bien».
Miguel Merino lamentó ayer la pérdida de dos puntos en el tramo final del encuentro. «Parecía que era el partido ideal para acabar con la racha de empates que llevábamos, pero lo que otras veces nos ha dado puntos, que ha sido la estrategia, hoy nos los ha quitado", explicó el técnico.
El entrenador madrileño reconoció que sus jugadores no supieron frenar el juego a balón parado y que eso fue lo que condenó a su equipo al empate: «Ellos han sacado muy bien las faltas de estrategia, que es algo de lo que estábamos avisados, pero aún y todo nos han hecho sus goles así. Teníamos que haber sido mucho más constantes defensivamente y más contundentes en los rechaces del balón. Así es como se ganan los partidos».