Eivissa recibió ayer al EBE Ibiza PDV después de su histórico segundo puesto en la Copa de la Reina disputada este fin de semana en Salamanca. El espectacular torneo realizado por el plantel de Puig d'en Valls y al que sólo le faltó la guinda del título le ha devuelto al primer escalafón mediático, al menos en la isla.
Rotas de cansancio, de sueño y de recuerdos imborrables, las nueve 'campeonas' de Santa Eulària, junto al cuerpo técnico y la directiva del club pisaban el aeropuerto de Eivissa pasadas las 8,00 de la mañana. Las palabras de apoyo de los empleados portuarios y los flashes de las cámaras eran las primeras señales de que las 'princesas de España' habían hecho algo muy grande por la isla.
Silvia Morales portaba el trofeo que acredita al EBE Ibiza como subcampeón. La reliquia no paró en todo el día de ir de acá para allá. Después de un ligero dispendio en sus domicilios, la capitana del equipo, el técnico, Jordi Fernández, el director deportivo, Víctor Torres y el presidente, Vicente Torres, acudieron a una entrevista en la Cadena Ser a las 15,10 horas. El ambiente rebosaba a partes iguales satisfacción por el trabajo bien hecho y resignación por un futuro que se torna grisaceo.
La tarde tampoco iba a ser de relax completo para las jugadoras, que hay que recordar que han disputado tres encuentros de una gran exigencia en tres días. En muchos casos, como el de la propia Silvia Morales, sin poder conciliar el sueño por los nervios la noche previa a la gran final. A las 19,00 horas el equipo estaba citado en el Consell d'Eivissa para la recepción del presidente, Xico Tarrés. En torno a 45 minutos después hicieron acto de aparición las actrices principales. Entre los elogios y palabras de agradecimiento del presidente se colaban murmullos y sonrisas del nutrido grupo de aficionadas y jugadoras del club que querían arropar a sus referentes en un día tan especial.
Y por fin a descansar. Hoy por la mañana (11,30 horas), el Ayuntamiento de Santa Eulària con el alcalde Vicent Marí y el concejal de deportes Toni Marí a la cabeza reciben al equipo que ha llevado el nombre del municipio a los más apartados rincones de la geografía española.
Y eso es precisamente lo que reivindica el club de Puig d'en Valls. La directiva estima que la temporada que viene, sin la esponsorización de EBE, tendrá un presupuesto entre un 30 y un 40% más bajo. «Estamos trabajando e intentando conseguir un esponsor importante la temporada que viene. Víctor sabe más o menos lo que tendríamos si no tenemos esponsor y sería un presupuesto muy limitado. Va siendo hora de que nos sentemos todos y decidamos si queremos un equipo de elite o no. Hay que unirse, trabajar juntos y dejarse de envidias y muchas cosas que no nos traen a nada», reconoció ayer Vicente Torres. La situación del club actualmente es delicada, al menos en lo económico. Ni las instituciones públicas insulares ni la Fundación Illesport han abonado cantidad alguna esta campaña y la directiva aún no ha podido ingresar a la plantilla la mensualidad de febrero. Un doloroso contraste entre los éxitos deportivos de un equipo que ilusiona año tras año y el aparente abandono empresarial e institucional que pueden sepultar los sueños de futuro de la entidad.