R. J. Palomo
El Gamaservi Puig d'en Valls vivió el pasado sábado una jornada histórica en lo que al apartado masculino del club se refiere. El conjunto de Santa Eulària celebró en casa, junto a la gran familia que compone el Puchi, el título de liga de Segunda División. Tras derrotar el viernes al Consell, y ya con el campeonato en el bolsillo, recibió el sábado el pasillo de honor de su último rival, el Avebal Calviá, al que acabó derrotando en un encuentro muy intenso y deportivo por 33-21.
El Gamaservi disputará la fase de ascenso a Primera Nacional, categoría en la que militó la pasada temporada el HC Eivissa (segundo esta campaña), entre el 1 y el 3 de mayo. Aún no se conoce rival, pero el conjunto de Puig d'en Valls deberá enfrentarse en una liguilla a una sola vuelta a tres equipos (catalanes y valencianos) donde sólo ascenderá el primero. Entre hoy y mañana se conocerán los ocho grupos que disputan el play off. «Hay equipo para competir, pero hay mucha diferencia con otras ligas. Aquí hay más diferencia entre los equipos y la competición es más corta», explica Curro, uno de los jugadores.
En lo que respecta a la jornada festiva que vivió el Puchi, los preparativos arrancaron a las 10'00 horas. Más de 200 personas entre niños, padres y familiares coparon las pistas al aire libre del polideportivo de la Villa del Río, donde jugaron sus respectivos encuentros las categorías inferiores. A mediodía se llevó a cabo un agradable almuerzo para todos los asistentes. Los más pequeños habían preparado pancartas en favor del equipo sénior, que recibió un paseíllo integrado por los jugadores del Calviá y por los de las categorías inferiores del Puchi. Una jornada inolvidable para el mejor equipo balear de balonmano.