Más que díficil, parece una misión imposible. El Palacio de Congresos recibe esta tarde al potente Girona FC con el objetivo de romper la racha negativa y evitar la que sería la sexta derrota consecutiva del conjunto que entrena Miguel Ángel Ortega. La situación, sin embargo, no invita al optimismo, con el club inmerso en una grave crisis económica y deportiva y con posibles deserciones en la plantilla, como la de Melissa Dennett, que podría disputar su último partido con el conjunto ibicenco.
Ortega, mientras tanto, pone al mal tiempo, buena cara. «Hay que intentar hacerlo lo mejor posible, aunque está claro que es un partido muy complicado», declaró. Según el míster, sus jugadoras ponen «ganas y actitud», aunque es inevitable que empiece a cundir la desmoralización en la plantilla debido a los malos resultados y a los problemas del club, que esta semana conoció que recibirá mucho menos dinero del esperado del Govern balear, aunque no se sabe el importe exacto.
Pero lo primero es lo primero y ahora hay que pensar en el Girona. La diferencia entre uno y otro equipo es abismal. El Palacio es el único equipo que no ha ganado todavía en la competición y es el colista, mientras que el equipo gerundense, quinto clasificado, ha vencido tres partidos y ha perdido dos, los disputados ante rivales de la talla de Ros Casares y Rivas. En sus filas destacan jugadoras como la canadiense Shona Thorburn, una de las grandes destacadas la pasada temporada en el Palacio, la veterana Noemi Jordana y la pívot norteamericana Angel Robinson, MVP de la pasada jornada con doble-doble incluido: 18 puntos y 19 rebotes.
Precedente
El Palacio y el Girona ya se enfrentaron esta temporada en Santa Eulària en la tercera jornada del Trofeo d'Eivissa, en el que el conjunto catalán se alzó con el título por segunda vez en su historia. En ese partido, que finalizó 44-69, no estuvo Thorburn, pero entre Carbó (15 puntos), Vega (14) y Robinson (13) fueron más que suficientes para superar a las ibicencas. Ya no es un amistoso y la cosa va en serio, aunque, visto lo visto, sólo un milagro daría esta tarde el triunfo al Palacio.