Las oficinas del Pabellón Insular de sa Blanca Dona asistieron ayer a la primera toma de contacto de los responsables institucionales y del Club Voleibol Eivissa de cara a la organización de la XXXVIII Copa del Rey de voleibol, después de que el pasado domingo la RFEV confirmara a Eivissa como sede del evento.
Esta primera reunión tuvo como objeto perfilar, a grandes rasgos, los puntos claves para la organización de una competición de tal envergadura, que requerirá de un esfuerzo común por parte del sector público y privado de la Isla. A lo largo de tres días –25, 26 y 27 de enero– Eivissa será la capital del voleibol nacional y el objetivo es no dejar ningún cabo suelto.
El conseller d'Esports d'Eivissa, Rafa Triguero, presidió una mesa en la que también tomaron asiento Toni Roig, director de la instalación que albergará los encuentros; Javier Escandell, presidente del CV Eivissa, y su gerente, Juan Antonio Ripoll.
El primer mensaje que quiso transmitir el titular de Deportes fue su compromiso para que Eivissa no solo esté a la altura de la competición, sino que sea recordada como una de las mejores sedes del torneo del KO más importante del país: «Confío en dar aún un paso más y conseguir que ésta sea la Copa del Rey con mejor organización del ámbito nacional».
Triguero aseguró durante el encuentro que una de las prioridades será «que los cinco equipos que participan de fuera de la isla y sus aficiones se sientan como en casa, y se les darán todas las facilidades para que así sea». En este sentido, se calcula que equipos como el Unicaja Almería y el CMA Soria desplazarán a la Isla un centenar de aficionados cada uno, mientras que la masa social que arrastre a Eivissa el CAI Teruel podría alcanzar los dos centenares. La influencia del sevillano Cajasol Juvasa se desconoce. En cuanto al Vecindario Gran Canaria, es poco probable que desplace a un importante número de personas dada la distancia entre ambos archipiélagos.