A sus 31 años, Cuquet se encuentra en uno de sus estadios académicos más provechosos. El técnico ibicenco David Escandell Vargas (Eivissa, 3 de febrero de 1982) puede presumir de haber formado parte durante toda una temporada del prestigioso staff técnico de la FCB Escola en Polonia. El exjugador y hermano del futbolista de la Peña Deportiva Javier Escandell profundiza en la ‘filosofía Barça' y los éxitos deportivos que ha celebrado junto a sus jóvenes aprendices en Varsovia.
—¿Cómo valora su primera temporada en Polonia con la Escuela del FC Barcelona?
—Ha sido muy positiva y los resultados han acompañado, que eso influye. Como experiencia he aprendido mucho. Todo positivo.
—¿Qué elemento le ha resultado más enriquecedor bajo la tutela azulgrana?
—La diferencia es que trabajar en el Barça es muy bonito, pero es otro mundo. Tienes que trabajar como ellos te dicen, siguiendo unos patrones. Mueren con sus ideas pase lo que pase, y tienes que creer en ello; si no, es difícil enseñar a los niños. Pero estoy contento y aprendiendo muchísimo.
—¿Imponen sus criterios o hay margen para exponer conceptos propios?
—La filosofía Barça es la filosofía Barça y el que entre tiene que adaptarse. El entrenador del primer equipo siempre pondrá su granito de arena, pero el que cambia es el que entra. Johan Cruyff la inculcó y Guardiola la ha mejorado, la ha modernizado.
—¿Qué líneas debe seguir un entrenador de la FCB Escola?
—El concepto es jugar en equipo. La filosofía Barça; ser dueños del balón, llevar el ritmo del partido, intentar no dar pelotazos, lo típico... Esto te lo inculcan un poquito.
—¿Cómo es la vida dentro de una institución como el Barça en el extranjero?
—Trabajamos por la tarde porque por la mañana van al colegio. Trabajo con dos equipos en la escuela dos días a la semana y luego con el equipo de competición de los mayores, que tienen 15 años. Con estos trabajamos tres y cuatro días a la semana, más el partido del domingo. Los niños están locos con el Barça. Tenemos los ‘trials', unas pruebas a las que vienen miles de niños, 3.000 o 4.000, pero no entran todos. Tenemos unos 800 chavales.