Hace menos de una semana el atleta Roberto López consiguió, sin esperarlo, su primera medalla en un Europeo. Fue un bronce, en el campeonato de veteranos en pista cubierta de Torun (Polonia), aunque López prefiere llamarle campeonato masters: «Lo de veteranos suena muy mal. No somos cuatro matados. Hay un nivel muy exigente. Participa gente que nunca lo ha dejado, que ha estado en los Juegos, Mundiales o Europeos».
Roberto López, que lleva 27 años practicando atletismo y entrenando bajo las órdenes de Toni Roig en el Club Atletisme Pitiús, se presentó a la cita continental tras un año de lesiones. Después de romperse la fascia lata, estuvo a punto de abandonar la temporada: «Lo pasé fatal», reconoció. El atleta, que logró finalmente prepararse para el Europeo, aseguró que «ni en mis mejores sueños pensé que podría conseguir una medalla».
El ibicenco participó en tres pruebas: 60m, 200m y relevos 4x200 (categoría M35), siendo esta última la que le permitió colgarse el metal: «Teníamos un equipazo, pero el cuarto relevista se rompió en los últimos 50 metros. Íbamos segundos, peleando por el oro con los ingleses –hicieron récord del mundo–, pero nos pasaron los franceses y, al final, conseguimos un tercer puesto de milagro». López se mostró sonriente al mostrar su bronce y aseguro que «sólo unos privilegiados como Mar Sánchez o Felipe Vivancos consiguen medalla». Pero ahora él puede decir, orgulloso, que también tiene la suya.
Roberto López afirmó que después de conseguir esta medalla está «'on fire'». Nada parece ser un problema para el atleta, que el mes de junio participará en el Campeonato de España de Alcobendas: «Espero estar arriba. Quiero ganar. Hay gente que está muy fuerte y no será fácil. No lo firmo, pero espero conseguir medalla».
El del Pitiús se perderá, eso sí, el Mundial de Lyon «por trabajo». Aunque el atletismo es su «pasión», reconoció que es muy «sacrificado». López sabe que «conseguir medalla es muy complicado, sobre todo cuando tienes trabajo, mujer, hijos... y hay que dedicarle muchas horas».
Aún así, López, entrena alrededor de hora y media durante seis días a la semana, y se mostró orgulloso con los resultados. «Las marcas que hago no tienen mucho que envidiar a las que hacía con 18 años. Muchos jóvenes me dicen que les gustaría hacer mis marcas. Los chavales me respetan», dijo entre risas el deportista.