Magali Foulon cuelga el arco. La ibicenca anunció a última hora de anteayer su decisión de abandonar el mundo del tiro con arco después de la disputa de las dos pruebas más importantes que restan este año. Eso sí, deja una puerta abierta a un posible regreso.
«No creo que sea un adiós definitivo, sino un punto y aparte en mi carrera deportiva. Sé que mucha gente estará triste; otra se alegrará, y a otra le dará igual, pero necesito escribir esto para poder pasar página y seguir mi camino», escribió la arquera en una conocida red social.
«Ahora mismo, el Campeonato de España y el de clubes de Europa serán las últimas competiciones en las que voy a competir, y me voy a tomar un largo tiempo para recolocar mi vida y empezar nuevos proyectos y objetivos que no me dejan la mente tranquila para seguir tirando a un alto nivel», indicó Foulon, que confesó que «este último año lo he pasado bastante mal tirando», por lo que ha decidido parar «tanto por la lesión de brazo como por el colapso de cabeza». Magali comentó que ha sido «duro» decidir esto y que «lo más seguro es que en unos largos meses vuelva a sentir el gusanillo de tirar», algo que verá «con el tiempo».
La ibicenca, que quiso dar las gracias a «toda la gente que me ha apoyado siempre en mi carrera deportiva, sobre todo a mi familia», dijo que «estos últimos meses han sido raros y duros en mi vida al tratar de incorporarme al mercado laboral y encontrarme con las dificultades e incomprensión de quien no entiende que, a mi edad, no tenga ninguna experiencia laboral». «Por suerte, he estudiado Educación Infantil y, ahora, estoy terminando Ebanistería, lo que me ayudará a encontrar mi hueco en el ‘mundo real'», continuó.
Foulon se mostró «contenta de haber podido trabajar este verano» y haber tenido su «primer contrato laboral». «Ahora, estoy acabando el trabajo final de Ebanistería y tengo en proyecto irme un mes a Francia con una beca conseguida para hacer las prácticas», prosiguió.
Magali dejó claro que no se aparta por completo del tiro con arco: «Voy a seguir dando cursillos de perfeccionamiento a mis peques de tiro con arco y, en enero, buscaré un trabajo en alguna escuela infantil o como ebanista, ya que no puedo vivir del aire». «Quién sabe si algún día volveré a tirar con algún tipo de arco. El tiro con arco siempre formará parte de mi vida de una manera u otra. Esto es una punto y aparte, pero no un adiós», finalizó por escrito la del Club Es Cubells.