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Fútbol sala - Segunda división B

Jordi: «Marlon y yo casi llegamos a las manos»

Jordi Ortega, ayer por la zona de Platja d’en Bossa. | T. S.

| Eivissa |

«Marlon es la oveja negra» de la Peña Deportiva de fútbol sala. Así de claro lo dijo ayer Jordi Ortega, utillero del equipo hasta no hace mucho, cuando también salió, al igual que otros, por la puerta de atrás. El ibicenco no ocultó el enfrentamiento que tuvo con el técnico catalán, que por poco no fue a mayores: «Casi llegamos a las manos».

Su salida se debió, según afirmó, a los malos modos del míster: «Cuando estaba dentro del equipo me hablaba muy mal, muy feo. Le dije unas cuantas veces que, por favor, me hablara bien. Él me decía que sí, pero al día siguiente se le olvidaba lo que habíamos hablado y seguía hablándome mal. Era muy seco y no me decía las cosas a la cara. Se lo decía a los jugadores, que venían y me lo decían por detrás. ‘Me ha dicho el míster que hagas esto', me decían; así todo el rato, hablándome mal».

Jordi indicó que al míster le falta tacto con los demás: «Es un buen entrenador, pero muy frío. En una reunión con el primer y segundo entrenador empezó a hablar de la situación del equipo y yo decía que esto es una familia. Él decía que no, que es una empresa. Me quedé loco. Decía que es un trabajo y que en los trabajos no hay amistad, sólo trabajo. ¿Que no hay amistad? Yo lo que veía es buen rollo, que éramos amigos, nos llevábamos bien y reímos, pero para él todo es ‘pam, pam, pam', como en la mili, todos serios. Él está serio, gritando a la gente de mala manera. Yo no estaba a gusto».

Jordi Ortega piensa que los males peñista «son por culpa del entrenador» y lamenta la marcha de varios integrantes, especialmente de Fernando Sánchez y Estefan Lanchon: «Es una pena, porque ellos empezaron desde abajo a hacer el club. Pusieron su propio dinero y que se vayan porque ha venido este señor, que es buen entrenador pero muy frío, duele». El exutillero incluso aseguró que «si sigue este entrenador, mucha gente se va a ir de este club».

Desde fuera, Ortega no ve «el mismo rollo» de antes. «No fui al último partido porque el rollo que había allí hace que no estés cómodo. No es como al principio, que ibas a ayudar a que se dejaran la piel y para que estuvieran bien. Ahora, la cosa está muy fría». También considera que «la afición se está perdiendo mucho» por los últimos acontecimientos.

Sobre el episodio en el que él y Marlon Velasco se encararon, explicó: «Fui al vestuario 20 minutos después de acabar un partido y me dijo que saliera fuera. ‘Sí, ahora, un minuto, que tengo que entregar unas llaves', contesté. ‘¿Puedes salir ahora?', continuó. ‘Que sí, un minuto', dije. Entonces me dijo algo, me encendí rápido y menos mal que estaba Álvaro, me cogió de los brazos y me echó para fuera».

Volvería sin Velasco

Jordi Ortega echa de menos continuar en el equipo, al que llegó «porque Estefan me dijo que necesitaba un ayudante». «Le dije que sí, pero que vivo en Sant Antoni y tendría que bajar todos los días. ‘Tranquilo, que yo te lo pago', me dijo. Y es verdad, porque me pagaba de su propio bolsillo. El exutillero lamenta su adiós porque «al principio íbamos con ganas e ilusión». «La Peña es un encanto, una familia y me gusta. Lo que no me gusta es el entrenador, que es la oveja negra. Me gustariá volver. Cuando me digan que Marlon no está ahí, yo llamo».

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