TUDELANO: 0
FORMENTERA: 0
El Barça, el Madrid u otro de los equipos de Primera División que actualmente disputan competición europea será el que tenga que poner fin a la andadura de este histórico Formentera en la Copa del Rey. Y si éste le deja, porque ya son tres los equipos de superior categoría que han hincado la rodilla contra los pupilos de Tito García Sanjuán. Los rojillos –ayer, de azul– se cargaron ayer al Tudelano en la tercera ronda para llevarse el premio gordo: jugar contra un equipo top del país.
Una vez más, los formenterenses obraron el milagro. Tras haber dejado en la cuneta al Atlético Saguntino y al Lorca, ambos de Segunda División B, en la tanda de penaltis, ayer hizo lo propio contra los navarros. Fueron necesarios otros 120 minutos y una nueva ronda de penas máximas para que el Formentera, su afición y toda la isla volvieran a explotar de alegría. Tan agónico como impresionante.
Marcos Contreras fue decisivo en los lanzamientos desde los once metros al despejar dos lanzamientos, el primero, de Lázaro, y el tercero, de Íñigo Ros. Los visitantes solamente erraron uno, también el tercero, por mediación de Larra, pero Liñán, Javi Rosa, Lolo y Juan Antonio, que asumió la responsabilidad en el quinto lanzamiento, no perdonaron y alargaron la aventura del Formentera en la competición del KO. Increíble, pero cierto.
El tempranero disparo de Íñigo Ros desde la frontal del área no fue más que un espejismo. El Formentera no iba a ser una marioneta ni tenía intención de replegarse atrás y verlas venir. Kiko dio la réplica un minuto después con un cabezazo que sacó un defensa bajo palos a la salida de un córner.
El juego se equilibró con el paso de los minutos y esos chispazos del inicio desaparecieron. Las ocasiones llegaron a cuentagotas, aunque hubo dos muy claras. La primera la tuvo Ion Vélez con un remate de espuela que se marchó fuera. Más cerca estuvo de marcar el visitante Javi Rosa al filo del descuento, en un disparo que acabó topándose con el palo previo despeje del portero.
Tras el descanso, el acoso del Tudelano fue en aumento, pero entre Marcos y el desacierto de cara a gol se quedó sin perforar las mallas. Lizarralde se topó con el portero y Cabezas falló lo infallable a cuatro metros de la portería.
A los formenterenses les costaba llegar. Con todo, en uno de sus escasos ataques, Juan Antonio fue objeto de penalti en el minuto 80, pero el árbitro lo obvió. Para más inri, nada más empezar la prórroga, Piña fue expulsado a instancias del linier por una inexistente expulsión.
El Formentera aguantó estoicamente y mantuvo el empate hasta el final, en el que a los locales les fue anulado un gol. Ya en la tanda de penaltis, la historia volvió a repetirse. El Formentera se mostró más acertado y escribió así una página más en su historia, palabra que, desde ahora, se escribe con ‘f' de Formentera.