El técnico del Sevilla, Jorge Sampaoli, reconoció estar «feliz» por «haber terminado el año de esta forma» y destacó que el Sevilla jugó el partido con la máxima intensidad «por respeto al público», independientemente «de las diferencias» existentes con un equipo de la Tercera División como el Formentera.
Tras superar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Formentera por un global de 14-2 (1-5 y 9-1), el técnico argentino señaló que su equipo «jugó a full y estuvo superlativo pese a tener el inconveniente de un rival que mostró una gran lucha y entrega».
Preguntado por la dificultad para mentalizar a un equipo que venía con una ventaja considerable, Sampaoli destacó que el «partido era para jugarlo, para sentirlo y lo hicieron de esa forma, lo disfrutaron y valoraron jugar por la camiseta que llevan puesta».
Asimismo, añadió que el Sevilla está «expectante» para afrontar 2017, al estar metido de lleno en las tres competiciones.
El argentino reiteró el respeto con el que han afrontado el choque contra un equipo de tercera división, tanto el encuentro de ayer como el compromiso de la ida en Formentera, donde los sevillistas ya dejaron encarrilada la eliminatoria.
Asimismo, aclaró que el portero italiano Salvatore Sirigu le pidió que no le hiciera jugar anoche «por un problema muy serio personal que no tiene nada que ver con lo deportivo, aunque por suerte todo está ya normalizado».