Cristina Ferrer García (Ibiza, 12-04-1988), campeona de España en múltiples ocasiones y medalista internacional, vuelve a la competición este fin de semana tras un largo parón. Lo hará en Guadalajara con motivo de la Liga Nacional. La karateca ibicenca no quiere retirarse sin completar una temporada normal, si bien es consciente de que eso depende de la evolución de la actual crisis sanitaria. Con todo, se fija, en principio, 2021 como el año de su retirada.
—¿Cómo lleva la temporada con los condicionantes existentes?
—A ver, bastante bien. Al final, Dani, mi pareja, es karateca igual que yo y en mi casa tengo espacio para entrenar y prepararme sin correr riesgos. Las medidas de no contacto, como entreno en casa y con mi pareja, no me afectan.
—Viene de una concentración con el equipo nacional en la que no estaba permitido el contacto y tenían que entrenar con mascarilla. ¿Cómo se lleva eso?
—Era en Asturias y, por las medidas de sanidad, no podía haber contacto. En vez de hacer lo tradicional, se enfocó un poquito más a la preparación física, corrección de errores y planteamientos tácticos. Había material, pero no contacto. Lo de la mascarilla era horrible, pero te acostumbras. En karate, necesitas mucho aire en poco tiempo. Para un deporte como el nuestro es mortal.
—El calendario es prácticamente inexistente a nivel internacional y algo limitado a nivel nacional. ¿Cómo lleva lo de prepararse para tan pocas competiciones?
—La Federación Española ha trasladado todos los campeonatos a estos tres meses que nos quedan. A nivel internacional, no hay nada. En teoría, en diciembre hay una prueba, pero creo que no se va a hacer.
—Este fin e semana tiene Liga Nacional en Guadalajara. ¿Se multiplican las ganas tras tanto tiempo de parón y por haber tan pocas citas?
—Bueno, me va bien realmente, porque empezar algo internacional sin una toma de contacto tras tanto tiempo sin competir no sería fácil. Yo llevo siete u ocho años compitiendo cada mes y, ahora, he parado siete u ocho meses. Me va bien para coger sensaciones, ritmo de combate y demás.
—Su sueño es ir a los juegos. ¿Con qué posibilidades se ve tras el giro sufrido por la crisis sanitaria?
—Hasta que no vuelva todo a la normalidad, no puedo decir. No sé si volverá la normalidad. No me quiero mojar en esto.
—Ya dejó entrever que su retirada no estaba lejos. ¿Cómo afecta la COVID-19 a su decisión?
—Un año más voy a aguantar, porque no quiero retirarme así por una pandemia, pero si la pandemia no mejora tampoco lo voy a alargar más, porque lo veo fuera de lugar. Quiero hacer una temporada normal. Quiero acabar una temporada normal y fin. Si no puedo, en 2021 se acabó. Tiene que pasar algo muy raro para que no me retire en 2021, aunque también dije que sería en 2020 y, por la pandemia, no ha sido así, por lo que no pongo la mano en el fuego.
—¿Su motivación es la misma?
—Es que es una situación incierta. Mis ansias de ganar o ser la mejor siempre están en esto y en casi todo en mi vida, pero entiendo que es una situación en la que lo deportivo tiene que pasar a un segundo plano para mejorar la situación del país, porque hay gente muriendo.
—Qué bonito sería poder disputar un nuevo Mundial y ya no hablemos de conseguir medalla.
—Sí, claro, es lo que me queda. Quiero llegar lo más alto y acabar por todo lo alto, no a medias tintas.
—¿Valora uno más ahora la competición?
—Valoras tu vida anterior. Nosotros llevábamos encima un estrés, una carga y un agobio increíble en algunos momentos, no siempre, pero, cuando ves que no puedes salir de casa, relacionarte con compañeros y no viajas pues lo valoras. Lo echas de menos. Sufría nervios, pero prefiero eso a no vivir sin nada.
—¿Cómo ve la cantera del karate en Ibiza?
—El karate en Ibiza siempre ha ido bien desde hace 20 o 30 años. La cantera es buena, porque hemos tenido buenos técnicos. Fernando Pérez ha impulsado siempre la parte deportiva. No creo que cambie nada por una pandemia. Lo ún