De penalti y en el último minuto. Así ha conseguido una importantísima victoria el CD Ibiza este domingo en el campo del Mallorca B, rival directo en la pelea por la permanencia. Pepe Bernal asumió la responsabilidad desde los 11 metros y no falló con un potente lanzamiento a la escuadra tras el que el árbitro decretó el pitido final.
En la primera parte, el conjunto bermellón avisó pronto de sus intenciones. En el primer cuarto de hora dispuso de dos buenas oportunidades de gol. En la primera, Tovar estrelló el balón en el palo con un disparo desde la frontal del área que Marcos sólo pudo seguir con la mirada. Acto seguido, Adri Moltalbán remató muy mal un pase de la muerte.
La réplica la dio el Cedé en el minuto 20, en una clamorosa ocasión de gol para Iker Hernández. El recién fichado delantero rojillo recibió un espectacular pase en profundidad de Juan Antonio y se plantó solo ante el portero, al que no pudo batir con un toque con el exterior que se marchó rozando el palo.
Pasada la media hora de juego, el filial rozó el gol en una acción a balón parado. Llabrés ejecutó un córner desde el costado derecho y el posterior cabezazo de Benjamín Garay lo repelió Marcos a saque de esquina. El peso del partido, hasta entonces, lo estaba llevando el cuadro mallorquín, pero todo cambió en el minuto 40, poco antes de llegarse al descanso sin goles. Valverde vio la segunda tarjeta amarilla por una innecesaria entrada por detrás sobre Edu Adell y el cuadro de Manu Calleja jugó desde entonces en superioridad numérica el resto del choque.
En la segunda parte, el cuadro ibicenco se hizo dueño y señor de la posesión. El Mallorca B trataba de aguantar atrás y cerrar espacios ante un conjunto pitiuso al que, eso sí, no acababa de generar demasiado peligro.
El cancerbero local no tuvo apenas trabajo. El Cedé refrescó su equipo paulatinamente con la entrada de Bernal, Toledo, Marquitos, Omar y Diego Marín, pero ni por esas encontró el camino del gol. Pero su insistencia final tuvo premio. Los rojillos lo intentaron con más corazón que cabeza, pero un penalti por mano prácticamente en la última jugada del tiempo de descuento permitió respirar al cuadro de Manu Calleja. Pepe Bernal no falló y la euforia se desató en un CD Ibiza que encadena dos victorias seguidas y está ahora empatado con el Lleida en la plaza de playout.