Se agotan las opciones y la salvación empieza ya a ser una auténtica utopía. La UD Ibiza hincó la rodilla por 1-3 contra el Sporting de Gijón, un equipo inmerso también en la pelea por la salvación, y su continuidad en Segunda empieza a verse cada vez más lejana. No en vano, está a 11 puntos de ella con sólo 21 por disputarse.
Lucas Alcaraz apostó prácticamente por los mismos hombres de las últimas jornadas, tirando de la máxima de que lo que funciona es mejor no tocarlo. Solamente varió el lateral izquierdo, donde Escobar salió de inicio en lugar de Javi Vázquez.
El arranque del partido fue eléctrico. A los cinco minutos, Martín Pascual estuvo a punto de romper el 'cerocerismo' a la salida de un córner botado por Iván Morante, pero Cuéllar metió una mano providencial para evitar el gol y mandar la pelota a saque de esquina.
El que no perdonó fue Juan en la jugada posterior. Tras la ejecución del segundo córner de la tarde, el cancerbero visitante se apoderó de la pelota y lanzó el balón en largo para Juan, que hizo la de Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como. Le ganó con el cuerpo la posición a Escobar, que salió volando, y recortó a Javi Serrano en el área para quedarse completamente solo contra Fuzato y abrir la lata con un disparo cruzado. Vaya golazo.
A la Udé se le congelaron las ideas. No encontró la forma de reaccionar ni poner en peligro la portería de Cuéllar. Es más, Juan Otero rozó el segundo con un remate al palo corto que se marchó fuera por muy poco rebasado el cuarto de hora de juego.
Los asturianos insistieron sobre la meta local. Pedro Díaz, en el minuto 21, trató de sorprender a Fuzato con un lanzamiento de falta directa en la que lo más normal era centrar. Chutó, pero el guardameta atrapó la pelota sin problemas.
Con todo, el segundo tanto visitante no se demoró demasiado. Llegó en el minuto 27. Jordan mandó el balón a la red con un buen disparo en el interior del área a pase de Varane desde el costado derecho. Se le ponían las cosas muy oscuras a los celestes.
El cuadro de Lucas Alcaraz buscó la reacción con un disparo de Coke a la media hora de juego, pero Cuéllar voló para salvar a los suyos. Más clara fue la ocasión de Ekain en el 40, cuando cabeceó libre de marca la pelota al borde del área pequeña tras un centro de Escobar, pero su testarazo se marchó por encima del travesaño en la última ocasión reseñable de este periodo.
Lucas Alcaraz movió el banquillo en el descanso. Alarcón, Diop y Juan Ibiza entraron por Grillo, Morante y Grima. La reacción no se hizo esperar. Apenas cinco minutos necesitaron los unionistas para reengancharse al partido. Lukas Julis aprovechó un pase de la muerte de Herrera para batir a Cuéllar por debajo de las piernas y subir el 1-2 al marcador. Renacía la esperanza.
La Udé pasó a controlar más el balón, aunque los sportinguistas también tuvieron aproximaciones al área aunque sin peligro. La clave se produjo en el minuto 65. Herrera fue objeto de penalti por parte de Izquierdoz. La UD Ibiza tenía la oportunidad de empatar la contienda. Ekain asumió la responsabilidad desde los 11 metros, pero Cuéllar despejó su disparo lanzándose a la izquierda.
Alcaraz quemó sus naves. Metió más pólvora en el 77 al introducir a Suleiman y Nolito por Serrano y Coke. Tocaba ir a la desesperada con todos los argumentos ofensivos habidos y por haber.
Con todo, le costaba llegar al área al cuadro ibicenco. La fe creció a falta de seis minutos, cuando Diego Sánchez fue expulsado por roja directa tras realizar una dura entrada sobre Suleiman.
Sin embargo, Cuéllar no tuvo que realizar ninguna intervención más, ni siquiera en los cinco minutos de descuento. Es más, Fuzato subió a rematar un córner en el 94 y la jugada acabó con un gol desde su propio campo de Aitor, que sentenció a puerta vacía con el 1-3. Así las cosas, la UD Ibiza hincó la rodilla y ve cómo el milagro de la permanencia empieza a disiparse.
Foc a s'ollaClaro que si,paga Amadeo