El baloncesto baelar despidió días atrás a una figura histórica dentro del devenir de la hoy Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB). A los 94 años de edad fallecía en Palma Miquel Ribot Ramis, quien fuera presidente de la territorial hasta el año 1965, cuando le pasó el testigo a toda una institución como fue Tomeu Rullán -que dirigió la FBIB de 1965 a 1988-. Podólogo de profesión, cabe destacar que fue una figura de consenso en unos tiempos de crecimiento del deporte de la canasta en las islas.
De hecho, buscó la unidad de los clubes de la época para contar con un local federativo propio. Mientras se logró, su despacho profesional fue la sede de la Federación Balear de Baloncesto durante un tiempo hasta que el legendario Patronato cedió un espacio que se convirtió, también de forma provisional, en el cuartel general de la territorial, tal y cómo refiere el historiador del baloncesto balear Toni García.
Bajo su mandato, se puso en marcha el Trofeo Ciutat de Palma de baloncesto, que en la actualidad sigue en marcha con más de medio centenar de ediciones a sus espaldas, además de producirse la unificación de las federaciones de Mallorca y Menorca, para dar paso a una Balear en toda su dimensión.
En 1965 dejó el cargo de presidente de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears a consecuencia de un conflicto con el estamento arbitral, accediendo al cargo Tomeu Rulán. Miquel Ribot, antes de presidir la territorial, fue secretario de la misma, lo que habla de su labor en la promoción y desarrollo del deporte de la canasta a mediados del siglo pasado.