Acabar con la maldición de los filiales. Esa es la misión que tiene por delante la UD Ibiza en la tarde de hoy, en la que se mide al Atlético de Madrid B en el Estadio Municipal de Can Misses a partir de las 16.00 horas. Y es que al equipo celeste se le vienen atragantando los equipos ‘B’ de los clubes grandes en los últimos cursos. De hecho, la temporada pasada no le ganó ni al Atleti B ni al Real Madrid Castilla (tres empates y una derrota).
El conjunto de Pep Lluís Martí regresa a casa tras haber cuajado un pobre papel en el feudo del Atlético Sanluqueño, de la zona de descenso y que estrenaba cambio de entrenador. Los unionistas fueron incapaces de marcar ante el cuadro más goleado del grupo y se tuvieron que conformar con un empate sin goles... y gracias. Si hubiera sido un combate de boxeo, la victoria se la habría llevado el cuadro andaluz.
Con todo, lo cierto es que la Udé colidera la tabla junto al Murcia y el Ceuta, todos ellos con 12 puntos en siete jornadas. Por tanto, el equipo ibicenco necesita los tres puntos para, como mínimo, mantenerse como está o incluso optar al liderato en solitario.
Para ello, contará con la ayuda del delantero Quique González si Pep Lluís Martí lo considera necesario. El ariete, cuya participación hasta ahora ha sido prácticamente testimonial, ya ha superado las molestias físicas que arrastraba y entra en la convocatoria, tal y como el propio míster avanzó en su rueda de prensa. El que no será de la partida es Mo Dauda, aún lesionado, mientras que Guillem Molina, Jesús Álvarez y Unai Medina son duda.
El filial colchonero, que marcha duodécimo con nueve puntos y viene de empatar en casa contra el Ceuta, tratará de llevarse los tres puntos de Can Misses, algo que ya hizo la temporada pasada merced al gol de Assane Ndiaye que supuso el definitivo 0-1. Para el técnico celeste, el Atlético de Madrid B «es un rival muy difícil, que tiene mucha velocidad y mucha calidad». «En ese sentido, tenemos que ser un equipo que sea capaz de quitarle el balón y de tener el máximo tiempo posible la posesión para que se sientan incómodos, aunque ellos en transición son rápidos y tenemos que estar pendientes de las vigilancias. Independientemente del sistema o jugador que salga, el equipo va a rendir a un alto nivel. Estoy completamente seguro», explicó el preparador de la UDIbiza.