El mundo del motor es muy complejo a nivel deportivo. No cualquiera está capacitado para participar en cualquier tipo de rally. Sin embargo, si algo les sobra a Juan Vicente Costa Lucas Torres (Ibiza, 1975) y a su compañero Rafael Carrillo Ariza (Jaén, 1968) es valor. Los dos tomarán parte en el denominado Chatarras Raid, un rally muy particular en tierras marroquíes donde, como la propia organización indica, «lo importante es la aventura, el compañerismo, disfrutar y estar un poco tronado».
El evento se llevará a cabo del 1 al 7 de noviembre. Está formado por seis etapas y un total de más de 3.000 kilómetros con meta en Marrakech. «En esta edición recorreremos todo el país por sus lugares más emblemáticos. Cada día disfrutaremos de dormir en un bivouac (campamento) propio en un lugar diferente, escogido entre los más espectaculares sitios de Marruecos, hasta llegar a Marrakech», señala la organización.
Los vehículos que participan en esta competición tienen una particularidad. Su fecha de matriculación ha de ser anterior al 31 de diciembre de 2009 y, en el caso de los todoterrenos, la fecha es la misma salvo que el año ha de ser anterior a 2005. «Un vehículo chatarra no tiene por qué estar en las últimas. Tened en cuenta que, aunque sea una chatarra, tiene que intentar conseguir acabar el raid, llegar a Marrakech y llevaros de vuelta a casa, por lo que el vehículo debe tener una buena revisión mecánica», indica la página web del Chatarras Raid.
Juan Vicente y Rafa han elegido para la ocasión un Seat Altea. «Nos ha costado 500 euros», declaró el primero de ellos, que añadió que ahora toca ponerlo a punto: «Hay que hacerle muchas cosas como ponerle neumáticos de campo, una barra de luz nocturna, una baca específica para llevar dos ruedas de repuesto, las tiendas de campaña y depósitos de combustible, etcétera. También hay que arreglarlo mecánicamente. Hemos de prepararlo para no quedarnos tirados porque son 3.000 kilómetros y una vez se termine en Marrakech te tienes que buscar la vida para volver».
Costa destacó que tienen «cero experiencia» en este tipo de pruebas de motor, pero no titubeó al señalar que «la experiencia que tenemos como taxistas en Ibiza vale más porque esto es más duro que el desierto». Además de las mejoras en el vehículo, los dos pilotos están tratando de conseguir patrocinios para completar el presupuesto. «A la gente que conozco les mandé información para ayudar con unas pegatinas que pondremos en el coche y con un precio en función del tamaño. Habrá colaboraciones de 50, 100 y 200 euros. Lo que pueda cada uno». También están a la espera de poder reunirse con algunas empresas relevantes cuando termine la temporada turística y terminar de dar forma así a su histórica participación en el Chatarras Raid.