No es fácil conseguir plaza en un podio balear en cualquier disciplina deportiva. La competencia suele ser intensa, el nivel de los participantes muy alto y la experiencia acumulada cuenta mucho. Por eso, hacerlo con 78 años tiene todavía más mérito.
Eso es precisamente lo que logró la ibicenca Maria Tur, integrante del club CEBE, el pasado fin de semana durante la celebración del Campeonato Individual de Baleares de tir amb bassetja, en la modalidad de pelota. Su actuación fue un ejemplo de constancia, precisión y pasión por una práctica que, más que un deporte, es también una expresión de la cultura tradicional de las Islas Baleares.
En la prueba disputada en Mallorca, Maria Tur logró subirse al segundo cajón del podio, demostrando una vez más que la edad no es un límite cuando existe dedicación y espíritu competitivo. Solamente la deportista local Antonia Cuenca pudo superarla en la clasificación final.
Además, la tercera plaza también tuvo acento ibicenco, ya que se la adjudicó Lali Marí, del club JASA, consolidando así la notable presencia pitiusa en una competición marcada por la deportividad y el compañerismo.
El caso de Maria no es único. Otra veterana que inspira admiración es Catalina d’en March, también del JASA, que deja huella en cada torneo en el que participa. El año pasado, con 94 años, acudió a este mismo campeonato y consiguió la segunda mejor marca, solo por detrás de Antonia Cuenca. Aunque no pudo proclamarse subcampeona por cuestiones burocráticas en la inscripción, su ejemplo de destreza y entrega volvió a emocionar a todos los asistentes. En esta edición, Catalina finalizó quinta.
El tir amb bassetja es una disciplina tradicional que consiste en lanzar piedras con una honda, un instrumento fabricado con fibras trenzadas de cuero o esparto. Este arte ancestral combina especialmente técnica y precisión, manteniendo viva una herencia cultural que sigue uniendo generaciones.