La SD Ibiza quiere hacer bueno el dicho de «no hay dos sin tres». El cambio de casa a Sant Rafel está siendo una bendición para un equipo que se quiere hacer fuerte en su nuevo campo. Las dos últimas victorias como locales son una inyección de moral importante para intentar lograr una tercera. El rival de este domingo será el Girona B, en un partido que arrancará a las 12.00 horas.
El filial gerundense se presentará en la isla sin saber lo que es ganar fuera de casa, donde acumula tres empates y dos derrotas. Además, tras un inicio de curso prometedor, en las últimas jornadas se ha desinflado un poco con una racha de cuatro partidos sin ganar. Eso sí, son tres empates en sus últimos tres encuentros. Unos resultados que lo colocan séptimo con 17 puntos.
Por su parte, los de Vila, tras ganar la semana pasada, suman 11 puntos. Siguen en puestos de descenso, pero las sensaciones son muy diferentes. El equipo se ve mucho más cómodo en Sant Rafel, donde los resultados están acompañando. De hecho, conseguir una nueva victoria, dependiendo del resto de resultados de la jornada, podría hacer que los de Raúl Casañ abandonen las posiciones de descenso tras varias semanas metidos abajo.
En la previa del choque, el técnico de los rojillos destacó: «Nos enfrentamos a un rival joven, un equipo que viene de Tercera, pero con mucha calidad. Es un conjunto dinámico, con mucha posesión de balón, que juega de manera agresiva y valiente. Nosotros, después de ganar, hemos trabajado toda la semana con más alegría, con más confianza, con más de todo, y llegamos a este partido otra vez en casa para volver a ganar. Los jugadores están a tope, con una buena moral, con confianza para seguir ganando y salir de ahí abajo».
El técnico no podrá contar con uno de los fijos en su once. El lateral zurdo Adrián López es baja por acumulación de tarjetas amarillas y Casañ tendrá que modificar su alineación para buscarle repuesto.