«Nosotros necesitamos ganar, pero desde el trabajo y la tranquilidad», avisó Miguel Álvarez. El técnico de la UD Ibiza pasó este viernes por rueda de prensa en la previa del partido del domingo contra el Algeciras, y se mostró satisfecho con el trabajo y la evolución del equipo.
«Ha sido una semana muy buena de trabajo; el no tener que viajar te facilita todo. Creo que han sido dos semanas muy productivas y hemos seguido insistiendo en lo que creemos que es prioritario. Hemos crecido en algunas cosas, pero es evidente que nos falta más productividad ofensiva. Con lo que hemos hecho me parece que hemos hecho mucho, pero no nos da y habrá que hacer más. En eso estamos. Estamos muy contentos con el buen nivel de los jugadores en el día a día y, cuando ganemos, subirá todavía más porque ganar siempre te ayuda en el nivel emocional», señaló.
Álvarez habló de tranquilidad al ser preguntado por la crisis de resultados. «Yo intento darle a mi vida profesional la mayor naturalidad: que un resultado malo no te haga cambiar y que uno bueno tampoco. Eso no te ayuda en nada. Estamos haciendo mucho hincapié en que los jugadores se sientan bien, en hacer tareas que a ellos les hagan sentirse bien. Intentar trabajos en los que se sientan cómodos y vayan creciendo en lo individual para que el colectivo también se favorezca», explicó.
Falta de acierto
Sobre los problemas para ver portería, dijo: «Creo que es una cuestión de acierto. El otro día pusimos 40 balones al área y el Europa, seis. Y en acierto ellos tuvieron un 50% y nosotros un 19%. Ahí está todo. Tuvimos ocasiones de todo tipo: a balón parado, en transición, en robo en presión alta, en combinación… En los dos últimos partidos, con todo lo que hicieron los chicos en ataque, debería haber habido más goles, pero es acierto. Estamos en el momento en el que creamos ocasiones y no metemos, pero estoy convencido de que llegará el día que ganaremos el partido creando una sola ocasión».
Al ser cuestionado por el estado anímico de los atacantes, comentó: «Yo en el día a día los veo bien, pero en los partidos hay un contrario que aprieta más que tu compañero en el entrenamiento. El día a día está muy bien, pero el examen final es la competición. Son personas y, claro, lo estarán pasando mal. Pero ellos no se están dejando ir y nosotros intentamos ayudarles. Estamos trabajando bien y cuantas más ocasiones tengamos, más fácil será que marquen. Son personas y lógicamente tendrán su preocupación por no marcar goles; si no la tuvieran, serían malos profesionales. Intentamos que, dentro de esa preocupación, sea lo menos posible».
Sobre el Algeciras, apuntó: «Los puntos no los regalan. Estar ahí, en mitad de la tabla, no es fácil. Ellos saben a lo que juegan: son un equipo con los pies en el suelo. Son buenos a balón parado, peligrosos en transiciones, con buen juego de bandas y buena salida de tres… pero nosotros nos tenemos que fijar en lo nuestro».
En cuanto a nombres propios, señaló que Señé y Gallar están mejor, aunque «hay que tener paciencia porque llevan muchas semanas fuera». Añadió que Unai Medina está entre algodones y es duda para el partido.
La felicidad de Bebé
Tuvo también palabras de elogio para Bebé, autor del gol de la semana pasada: «Estoy contento porque lo veo feliz. Le pedí que esperase unos días para que me conociese. Lo veo feliz y está haciendo un trabajo brutal. Ahora corre mucho hacia atrás y ya le estoy diciendo lo contrario: que lo quiero más cerca del área. Quiero sacar lo mejor de él. No quiero que sea Makelele; quiero que saque lo mejor que tiene ofensivamente. Queremos que llegue más al área. Es un jugador que es mortal. Para nosotros, que Bebé sea feliz es muy importante».
Por último, sobre fichajes de enero se mostró tajante: «Mi obligación es mejorar a los que tengo». Y zanjó: «Los que están conmigo, para mí siempre son los mejores».