La UD Ibiza tratará este domingo (Nou Creu Alta, 16.00 horas) de dar un golpe sobre la mesa y demostrar que su victoria del fin de semana pasado, esa que tardó seis jornadas en llegar tras el cambio de entrenador, no es flor de un día. La empresa no será precisamente fácil, puesto que delante tendrá a un Sabadell que todavía no sabe ni lo que es encajar un gol en casa.
El equipo arlequinado podía presumir hasta hace poco más de una semana de ser el único equipo invicto en las tres primeras categorías de las 10 mejores ligas del continente. Sin embargo, en apenas unos días ha sufrido dos reveses consecutivos, uno en la competición doméstica ante el Europa (2-0) y otro este jueves en Copa del Rey contra el Deportivo de La Coruña (0-2).
El conjunto ibicenco tiene la duda de Bebé. El caboverdiano sufre «unas molestias rotulianas», según informó el técnico Miguel Álvarez, y su participación no está asegurada. Los que con total seguridad no serán de la partida son José Albert y Nacho, que deben cumplir sanción por ciclo de amonestaciones. El puesto de lateral izquierdo, por tanto, será para Mounir, mientras que el de central probablemente lo ocupará Manu Pedre, que formaría así pareja con Iago Indias.
Álvarez mostró respeto por su rival. A pesar de esta racha de dos derrotas seguidas, es consciente de su potencial: «La inercia que lleva, ya con tantas jornadas que llevamos, es la de un equipo que hace las cosas muy bien. No le han regalado nada. Los equipos que están ahí arriba es por algo. Es un equipo capaz de jugar directo. El portero, que por cierto estuvo conmigo, tiene un pie increíble. Es capaz de sorprenderte con balones largos. A la espalda te crean segundas jugadas. Si tienen que asociarse, se asocian muy bien. Creo que llevan muy pocos goles para todo lo que han generado».
«Es un equipo que, sin balón, trabaja mucho. Son muy agresivos. Tampoco estoy descubriendo nada. Le han metido siete goles, cuatro en juego dinámico. El Sabadell tiene un entrenador que es joven pero tiene su experiencia. Estamos hablando de un chico joven que, si está ahí, es por algo. Tampoco les regalan nada a los entrenadores», continuó el preparador celeste.
En cuanto a si los dos tropiezos consecutivos de los catalanes pueden beneficiar a los pitiusos, indicó: «El domingo a las seis y cuarto te lo diré. Yo no soy adivino. No sé si es bueno o malo. Hay un partido que jugar igualmente. Lo que sí que es evidente es que han tenido que hacer un gasto a nivel de energía. Es verdad que no repite todo el equipo que juega normalmente, pero repitieron muchos. Yo me centro en lo nuestro, que es lo importante, pero sí que es verdad que el hecho de que hayan jugado el jueves por la noche, con la exigencia de jugar contra un equipo como el Deportivo, normalmente es un gasto».