Que la UD Ibiza es un club ganador lo saben todos. Como diría Luis Aragonés, la misión de la Udé es «ganar, ganar y ganar». Mejorar el rendimiento del equipo y obtener mejores resultados son los motivos por los que el club decidió prescindir de los servicios de Paco Jémez y apostar por Miguel Álvarez. Sin embargo, la realidad es que, tras el cambio de entrenador, el conjunto ibicenco solamente ha sumado siete de los 21 puntos en juego, un bagaje muy pobre para una escuadra con aspiraciones máximas.
El domingo, la UD Ibiza tenía ante sí una buena oportunidad para dar un golpe sobre la mesa, un reto importante con el que gritar que estaba de regreso. Sin embargo, a lo que ha vuelto es a las andadas. Cayó por 2-0 contra el Sabadell, un equipo de la zona de ascenso que todavía no ha encajado ni un solo gol como local este curso. Pese a contar con todo su arsenal ofensivo disponible, ya que Bebé se recuperó a tiempo y fue de la partida, los celestes no pudieron ver puerta y acabaron hincando la rodilla.
Segundo revés
Es la segunda derrota desde la llegada de Miguel Álvarez, que se estrenó con un 0-1 en casa contra el Teruel en la novena jornada, celebrada el pasado 26 de octubre. Acto seguido, los unionistas disputaron la Copa del Rey, en la que cayeron eliminados por el Quintanar del Rey en la tanda de penaltis.
Al revés liguero le siguieron cuatro empates de manera consecutiva. Los tres primeros fueron a cero contra el Tarazona, el Betis Deportivo y el Sanluqueño. El cuarto fue a uno ante el Europa. El tanto de Bebé en la segunda mitad puso fin a una larga sequía goleadora: 472 minutos sin ver puerta.
Hace dos fines de semana, al sexto intento, la UD Ibiza sumó sus tres primeros puntos de una tacada con Miguel Álvarez en el banquillo. Venció al Algeciras por 3-0 en un partido en el que el resultado no refleja realmente lo que se vio en el campo, pero en el que la efectividad de los pitiusos marcó la diferencia.
Había muchas esperanzas depositadas en que eso supusiera el despertar del cuadro celeste. Sin embargo, el sabor de la derrota regresó en tierras catalanas. Con Miguel Álvarez en el banquillo, el equipo promedia ahora mismo un punto por partido, mientras que con Paco Jémez la media era de 1,375 puntos por duelo.
El cordobés fue despedido con la Udé en octavo lugar y un balance de 11 puntos en ocho jornadas, ocho goles a favor y 11 en contra. Ahora, los ibicencos son decimoquintos. Con el jiennense, han conseguido siete puntos, con un bagaje de cuatro goles a favor y cuatro en contra.
Galindo. La cúpula directiva es la que pone la pasta, si tú te animas.