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Barça histórico: Dieciséis victorias, diez puntos

Los jugadores del Barcelona celebran el primer gol de su equipo ante el Atlético. | Reuters

| Estadio Nou Camp, Carrer d'Arístides Maillol, 12, 08028 Barcelona, España |

F.C. Barcelona 3 - 0 Atlético


Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell; Sergio Busquets, Xavi (Afellay, m.84), Iniesta (Keita, m.80); Pedro (Bojan, m.84), Villa y Messi.

Atlético de Madrid: De Gea; Valera, Ujfalusi, Godín, Antonio López; Reyes, Tiago, Assuncao (Koke, m.57), Filipe Luis (Elías, m.76); Fran Mérida (Forlán, m.46) y Kun Agüero.

Goles: 1-0, m.17: Messi. 2-0, m.28: Messi. 3-0, m.79: Messi.

Àrbitro: Turienzo Alvarez (C. Castellano-leonés). Mostró cartulina amarilla a Ujfalusi (m.28), Alves (m.45), Tiago (m.67), Messi (m.68) y Valera (m.88).

Otra goleada, esta vez ante el Atlético de Madrid (3-0) y con un triplete de Leo Messi, para irse a dormir con diez puntos de diferencia en la Liga. Partido a partido, el Barcelona supera sus registros y hoy batió el récord de victorias consecutivas en la Liga. Ya son dieciséis de una tacada.

Atrás han quedado los quince triunfos consecutivos del Real Madrid de la temporada 1960-61, el de Alfredo di Stéfano. Por delante, el ansia de un equipo de seguir haciendo historia con Leo Messi como principal referente.

La soberbia actuación de Messi volvió a ser determinante. El argentino ha vuelto a alumbrar el juego del Barca. Hoy firmó tres goles, acumula 24 en 22 partidos de Liga y está dispuesto a pulverizar todos los registros.

Superioridad absoluta, en juego posicional, en actitud, técnica y físicamente. Nada nuevo. El Barcelona volvió a ofrecer una nueva exhibición, con los de siempre y sin que el rival de turno, hoy el Atlético de Madrid, pudiera hacer durante muchos minutos algo más que correr detrás del balón.

El método Guardiola no parece tener fisuras, es como si a sus jugadores, en la charla antes de salir del vestuario, les mostrara uno de esos carteles publicitarios que estos días pueden verse por la ciudad y en los que el entrenador es el protagonista.

«La perfección no existe, pero hay que buscarla», dice Guardiola en ese anuncio. Su equipo se lo toma todo al pie de la letra. Armado con la fortaleza de Xavi e Iniesta en la medular, blindado con la velocidad y la colocación de Abidal y de Piqué atrás, pero, sobre todo, con el soberbio partido de Dani Alves y de Leo Messi, el Barca funciona como un reloj de precisión.

Enfrente el Atlético parecía resignado a su suerte desde el primer minuto. Los de Quique Sánchez Flores, en una crisis de resultados y de juego, sabían que el Camp Nou no era el escenario ideal para redimirse.

Después del 2-0, aún en la primera mitad, los colchoneros tuvieron más profundidad con Filipe Luis como carrilero por la izquierda, pero para entonces ya era demasiado tarde.

Leo Messi había vuelto a marcar las diferencias. Anotó dos tantos y tuvo otras dos ocasiones más para anotar en los primeros 45 minutos y eso que 'La Pulga' selecciona sus apariciones, puede parecer que no está, pero nunca falla.

En los primeros minutos, David Villa fue el que tuvo más cerca el gol en dos acciones frente a la meta de De Gea (m.7 y m.10), pero fue Messi el que no falló.

En una jugada que los defensores saben que ocurrirá, pero ante la que no tienen respuesta, Messi marcó el 1-0. Una diagonal desde la derecha, un par de recortes, dos defensores que salen trastabillados y un remate cruzado. Siempre igual, siempre Messi.

Adelantó sus líneas aún más el Barcelona. Recuperó el balón más cerca de la meta de De Gea y creó más opciones de peligro. Alves, otro de los destacados, regaló dos jugadas de gol, una a Messi (m.20) y otra a Pedro (m.26), pero ni el argentino ni el canario acertaron.

Hasta que en el minuto 28, una combinación entre Villa y Messi, un rebote afortunado y 'la Pulga' que marcó el 2-0 con otro registro diferente. Hasta el descanso, el Atlético se atrevió más, pero quien más cerca tuvo el gol fue Villa, que volvió a disparar muy cerca del palo.

Forlán sustituyó a Fran Mérida en el descanso y los atléticos tuvieron más presencia en ataque. En el minuto 53, una jugada por la derecha de Agüero no acabó en gol porque Piqué salvó con la cabeza y bajo los palos el remate a quemarropa de Filipe Luis.

Durante unos minutos, el Barca pareció entrar en el modo reserva. Pausaron su juego los azulgranas y se crecieron los atléticos, aunque sin más sorpresas ante la meta de Valdés, que pasó inadvertido durante buena parte del encuentro y sólo tuvo que intervenir cuando el partido tocaba a su fin.

Hasta que Messi decidió darle otra velocidad al juego. El argentino lanzó una falta con picardía y remató de cabeza, obligando a De Gea a realizar una gran intervención (m.77). En la siguiente jugada, Messi remató su actuación con otro tanto, esta vez se vistió de oportunista.

El argentino aprovechó una duda de la defensa para marcar su cuarto triplete de la temporada. Messi, Messi y Messi. El insaciable argentino parecía satisfecho. Su Barca sigue imparable.

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