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El Málaga empata ante el Getafe, que dilapidó un 0-2

El centrocampista del Getafe CF Pedro Ríos (i) lucha por el balón con el centrocampista portugués del Málaga CF Eliseu Pereira durante el encuentro correspondiente a la vigésimo tercera jornada de Liga de Primera División que los dos equipos han disputado esta tarde en el estadio de La Rosaleda, en Málaga. | Efe

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Málaga: Arnau; Manolo, Weligton, Demichelis, Eliseu; Fernando (Portillo, m. 46), Maresca (Fernández, m. 46), Recio, Camacho (Sandro Silva, m. 63); Baptista y Rondón.

Getafe: Ustari; Torres, Cata Díaz, Marcano, Mané; Boateng, Casquero, Pedro Ríos (Víctor Sánchez, m. 80), Gavilán (Parejo, m. 86); Colunga y Miku (Albín, m. 65).

Goles: 0-1, M. 8: Miku. 0-2, M. 24: Colunga. 1-2, M. 79: Baptista (p). 2-2, M. 94: Rondón.

Àrbitro: Aiza Gámez (Colegio Valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los malaguistas Recio (m. 29) y Demichelis (m. 45) y a los jugadores del Getafe Ríos (m. 57) y Ustari (m. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 25.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Antonio Lorenzo, ex jugador del CD Málaga.

El Málaga logró en el tiempo de prolongación (m.94) un empate (2-2) ante un Getafe que dilapidó, en una deficiente segunda mitad, una clara renta de dos goles.

El empate, pese a ser considerado como un éxito por la manera en que llegó, no saca de la delicada situación al Málaga, que se encuentra como «farolillo» rojo de la clasificación, ya que en su feudo solo ha logrado dos victorias y, con la de hoy, dos igualadas.

El conjunto malagueño empezó dominando, aunque en la primera llegada del Getafe inauguró el marcador. Un centro por la derecha de Pedro Ríos, toca en Weligton, el balón lo trata de frenar Arnau y su toque con la mano derecha pega en el cuerpo de Miku, totalmente sólo, sin marcaje, que consigue el primer gol (minuto 8).

El Málaga se descentró por este gran problema que no se esperaba. Los nervios afluyeron, la descoordinación entre las líneas fue total y la ansiedad podía con los jugadores malaguistas.

El Getafe con el gol a favor, presionó y salió al contragolpe con los extremos Gavilán y Pedro Ríos, y sus compañeros Miku y Colunga, como jugadores definidores. El equipo malaguista, desordenado, lo intentaba con alguna jugada aislada, pero sin acierto, ante un rival muy tranquilo, tenía controlado al rival y el partido.

Estaba más cerca el 0-2 que el 1-1 y la sentencia llegó en el minuto 24, en un pase en profundidad de Gavilán que dejó a la defensa del Málaga en evidencia y Colunga, a la salida alocada de Arnau, le elevó el balón, obteniendo un bonito gol, que desmoronó por completo a los malaguistas que estaban cada vez más cerca de Segunda División.

El técnico Manuel Pellegrini trató de variar el juego y la actitud en la segunda parte con los cambios del delantero uruguayo Sebastián Fernández y del centrocampista Portillo, por Maresca y Fernando. Algo cambió, por lo menos la entrega y las ganas, aunque no llegaba para ganar a un equipo tan experimentado como el Getafe.

Dos remates de cabeza de Camacho y Rondón, que se marcharon fuera, invitaron al optimismo, sobre todo para acortar diferencias. Los minutos transcurrían y el decorado no cambiaba en lo referente a algún gol a favor de los locales, pese a que el Getafe bajó su rendimiento en la segunda parte y prácticamente no se acercó a la portería de Arnau.

El Málaga lo intentó por todos los medios, pero cuando un equipo está con tantos problemas, colista y con escasa atención, le es imposible marcar. Baptista y de nuevo Rondón, pudieron acortar diferencias, pero el lanzamiento y el remate de cabeza, respectivamente, se fueron fuera.

Sin embargo, en el último tramo del choque en una jugada personal de Recio hizo que el defensa Marcano tocara el balón con la mano dentro del área. Penalti que transformó Baptista en el minuto 79. El público soñaba con la remontada ante un adversario reservón y que le pudo costar la victoria.

Rondón, tuvo el gol del empate, pero el pase perfecto por la derecha de Fernández lo mandó fuera sólo delante de Ustari. Pero el venezolano aprovechó, ya en el tiempo de prolongación, una «dejada» con el pecho de Fernández, y sólo tuvo que empujar el balón para llevar el júbilo a los aficionados.

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