Marta Domínguez, suspendida tres años por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), ha delegado en su abogado y no ha acudido a la vista celebrada este miércoles en el Juzgado numero 7 de Palencia, donde presentó una demanda de protección del derecho al honor para que no se utilizaran sus datos hematológicos.
La vista se ha celebrado a puerta cerrada con la presencia del abogado de la atleta, José Rodríguez, y de un letrado de la Real Federación Española de Atletismo, una hora y media después de la hora fijada.
A la salida ninguno de los abogados, que han tenido que sortear a los numerosos medios de comunicación congregados a la puerta de la sala, han hecho declaraciones sobre lo sucedido en la vista.
Marta Domínguez presentó en el Juzgado una demanda de protección de derechos fundamentales contra la Real Federación Española de Atletismo RFEA y la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), y solicitó medidas cautelares para que no pudieran usarse los datos hematológicos de su pasaporte biológico.
Con esta demanda, la atleta denunció a ambas federaciones por vulnerar su privacidad al hacerse públicos, sin su autorización, los datos hematológicos de su pasaporte biológico, y trató de paralizar el expediente que finalmente llegó al Tribunal de Arbitraje Deportivo.
En septiembre de 2014, el juzgado se pronunció a favor de la atleta y prohibió a la IAAF la utilización de los datos hematológicos obtenidos en los análisis de sangre hasta que se resolviera el proceso de protección de datos promovido por la atleta.
El mismo auto prohibía usar también los datos de los informes periciales que se hubieran basado en dichos datos del pasaporte biológico de Marta Domínguez.
Esas medidas cautelares no han impedido que el TAS sancionara a la atleta, el pasado 19 de noviembre, por tres años al considerarla culpable de una violación de la normativa antidopaje por «anormalidades en su pasaporte biológico».
Esta sanción conlleva además la anulación de todos los resultados obtenidos por Marta Domínguez desde el 5 de agosto de 2009 hasta el 8 de julio de 2013, por lo que ha perdido el oro mundial de 3.000 metros obstáculos que logró en agosto de 2009 en Berlín, y la plata en la misma prueba en los Europeos de Barcelona conquistada en julio de 2010.
A pesar de ello, la palentina ha seguido adelante con su demanda, en la que no cuestiona el pasaporte biológico, sino el uso de datos sin autorización, lo que atentaría contra su honor.
Ahora solo falta esperar a que el juez de Palencia se pronuncie, para saber el alcance que puede tener el fallo judicial, una vez que el TAS ya ha usado los datos de la atleta y la ha sancionado por ello.