El Abierto de Estados Unidos ya tiene a un nuevo campeón después que el suizo Stan Wawrinka, tercer cabeza de serie, ganó este domingo en la final por 6-7 (1), 6-4, 7-5 y 6-3 al serbio Novak Djokovic, primer favorito, que defendía el título ganado el año pasado.
El partido que duró tres horas y 54 minutos dejó a Wawrinka con nueve aces y tres dobles faltas por 6-7, respectivamente, de Djokovic, que cometió 46 errores no forzados y metió 30 golpes ganadores por 51 y 46 del nuevo campeón.
Wawrinka, de 31 años, que jugaba su primera final del Abierto, consiguió el tercer título de Grand Slam de su carrera después de haber logrado en el 2014 el del Abierto de Australia y en el 2015 el de Roland Garros, donde también ganó a Djokovic, que perdió sólo por quinta vez en los 24 enfrentamientos que han tenido ambos jugadores.
El nuevo campeón del Abierto para llevar al título tuvo que superar al español Fernando Verdasco, italiano Alessandro Giannessi, británico Daniel Evans, con el que tuvo que salvó una pelota de partido, ucraniano Illya Marchenko, argentino Juan Martín del Potro (cuartos), japonés Kei Nishikori (semifinal) y Djokovic (final).
El tenista suizo, que jugó el duodécimo Abierto, con dos semifinales anteriores, se llevó un premio de 3,5 millones de dólares, mientras que Djokovic recibió un cheque de 1.750.000 dólares.
Wawrinka se convierte en el campeón más veterano del Abierto de Estados Unidos desde que el australiano Ken Rosewall logró el título en 1970 con 35 años.
También es el quinto tenista en la era de los torneos abiertos con al menos dos trofeos de Grand Slam después de los 30 años. Su compatriota y amigo Roger Federer ha conseguido sólo uno desde que cumplió esa edad.
Mientras que Djokovic confirmó que no se encuentra en su mejor momento de juego y a pesar de haber disputado sólo cuatro partidos completos de los siete que lo llevaron a la final ante Wawrinka aguantó apenas la primera manga con un tenis competitivo.
Djokovic, de 29 años, que jugó su séptima final del Abierto, siguió si lograr el ansiado tercer título con repetición de triunfo ni llegar a los 13 de Grand Slam que espera alcanzar esta temporada después que consiguió los de Abierto de Australia y Roland Garros, pero quedó eliminado en el de Wimbledon en tercera ronda.
El tenista serbio, que disputó la vigésima 21 final de un Grand Slam, sólo superado por Federer (28), no tuvo respuesta con su tenis a la seguridad de los golpes de Wawrinka y sobre todo al saque del tenista suizo que lo convirtió en su mejor arma.
Djokovic para llegar a la final tuvo que superar al polaco Jerzy Janowizc en la primera ronda, no disputó la segunda por la baja del checo Jiri Vesely, lesionado y solo seis juegos ante el ruso Mikhail Youzhny, que se retiró por molestias en la pierna izquierda.
Se enfrentó al joven británico Kyle Edmund en la cuarta ronda, al que ganó en tres sets, y al francés Jo-Wilfried Tsonga, noveno cabeza de serie, que tampoco pudo concluir el partido al retirarse por lesión en la rodilla izquierda al comienzo de la tercera manga.
Su triunfo en la semifinal fue ante otro tenista francés, Gael Monfils, décimo favorito, que trató de desarrollar la estrategia de dejar ganar a Djokovic en los primeros sets para que se confiase y no le resultó frente al número uno del mundo que ante un rival serio y en plenitud lo superó siempre en todas las facetas del juego.
No pudo comenzar mejor Djokovic al ponerse con parcial de 3-0 en la primera manga tras romperle el saque a Wawrinka en el segundo juego, pero el tenista suizo para nada se inmutó y comenzó a consolidar su juego de luchar cada tanto y hacer buen resto, lo que le permitió que en el noveno le hiciese el «break» a su rival.
La experiencia de Djokovic y su acierto con el saque fue lo que hizo que barriese a Wawrinka en el «tiebreak» y se quedase con la primera manga.
A pesar de perderla, Wawrinka comenzó la segunda pleno de concentración y confianza, mientras Djokovic seguía lleno de dudas con su saque lo que hizo que en el cuarto juego lo perdiese para un parcial de 1-3 favorable al tenista suizo que esta vez no cedió el suyo y aseguró el set y el empate a 1-1 en el marcador.
El tercero siguió con la misma tónica, un Wawrinka cada vez más crecido en su juego ante Djokovic que tenía problemas para colocar su primer saque lo que hizo que el tenista suizo lo aprovechase de nuevo y le hiciese el «break» en el segundo (0-2).
Pero esta vez Djokovic si reaccionó y en el quinto consiguió hacerle la rotura a Wawrinka y ambos se fueron al empate a 5-5.
Cuando todo parecía que se llegaría de nuevo al desempate, Wawrinka hizo sus mejores restos para sorprender a Djokovic en el duodécimo y romperle de nuevo el saque y asegurarse la manga (2-1).
Ahora todo estaba bajo control de Wawrinka que tenía mejor tenis más reservas físicas y sobre todo más convencimiento de la victoria que comenzó a asegurar al comienzo del cuarto set con otra rotura más del saque de Djokovic en el segundo juego y ponerse arriba 3-0.
Djokovic intentó no darse por vencido y aunque ganó el cuarto juego y luchó por hacerle el break en el quinto, el nuevo campeón mostró su clase y con excelentes golpes de revés aguantó la presión para ponerse con 4-1.
A partir de ese momento, Wawrinka se convenció que lo único que tenía que hacer era guardar energías, asegurar su saque, y esperar a que toda la presión y acciones arriesgadas llegasen de parte de Djokovic, como el revés que intentó en la primera pelota de partido que tuvo el nuevo campeón, que se convirtió en un error no forzado que puso el final del partido.