La mayor experiencia y empuje de Rafael Nadal se impuso de nuevo a la juventud y fuerza del austríaco Dominic Thiem, y el español se apuntó por quinta vez el Mutua Madrid Open al vencerle en la final por 7-6 (8) y 6-4 en dos horas y 17 minutos, para igualar con el serbio Novak Djokovic con 30 títulos Masters 1.000.
Es el tercer título del jugador balear esta temporada, después de anotarse por décima vez la victoria en Montecarlo y luego repetir cifra en Barcelona, donde se impuso también a Thiem en la final.
Nadal suma ya 72 títulos en su palmarés y amplía su ventaja en la capital española donde le siguen Roger Federer, ausente este año, con tres triunfos (2006, 2009 y 2012), y Andy Murray (2008 y 2015), y Djokovic (2011 y 2016).
El español llegará con ese bagaje triunfador al Masters 1.000 de Roma, donde ha ganado siete veces. Con la moral reforzada por sus 15 triunfos consecutivos y solo dos sets cedidos en esta sesión de tierra batida, en la que ha recuperado el primer puesto en la lista Carrera de Campeones, y con una temporada en la que es líder con 34 victorias.
Veintidós años después de que otro austríaco, Thomas Muster, ganase en el CT Chamartín de la capital española, su compatriota Thiem, un hombre con un revés de látigo, luchó por el triunfo, pero tuvo que inclinarse ante quien considera una leyenda y es su jugador favorito
No obstante Thiem, semifinalista en Roland Garros el pasado año, ha confirmado su progresión. Con 23 años y ocho títulos, seis de ellos en tierra, uno en dura y otro en hierba, lleva ya siete victorias ante jugadores del «top ten».
Ha ganado dos veces a Roger Federer (Stuttgart y Roma), una a Gael Monfils (Masters), otra a David Ferrer (Río de Janeiro), otra a Stan Wawrinka (Madrid), y la de Nadal (Buenos Aires), todas ellas en 2016, a las que ha añadido la de Andy Murray este año en las semifinales Barcelona.
Thiem, que había salvado cinco bolas de partido ante el búlgaro Grigor Dimitrov en octavos, y que terminó su partido de semifinales contra el uruguayo Pablo Cuevas esta medianoche, notó ese desgaste mental y físico en su primera final de un Masters 1.000, y fue cediendo la fuerza que exhibió en el comienzo.
El austríaco ofreció al principio una gran resistencia y tuvo en su mano ganar el primer parcial, ya que en el desempate dispuso de dos puntos para hacerlo. Nadal, que había desperdiciado tres en el décimo juego (Thiem salvó un 0-40), necesitó al final cinco para hacerse con esta manga, después de una dura lucha de una hora y 18 minutos.
El español salió frío y con pocas ideas propiciando que Thiem se adelantase 3-1 aprovechándose de los errores no forzados del balear, que no encontraba pista con sus tiros.
Fue entonces cuando Nadal recurrió a las dejadas para sacar al austríaco de la trinchera del fondo de la pista, desde donde su potente brazo respondía los tiros del español. Y fueron sus dejadas, también al final, las que destrozaron a Thiem.
Una vez ganado el primer parcial, y roto en el primer juego del segundo set, Nadal, mucho más calmado echó mano de su experiencia, sobre todo para asimilar las dos bolas de partido que desperdició en el noveno juego, y luego para salvar cuatro puntos de rotura en el último, donde solo a la cuarta bola de partido pudo doblegar a quien puede ser su sucesor en tierra.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, el exfutbolista Ronaldo Nazario, la bicampeona del mundo de badminton, Carolina Marín; y el bicampeón de patinaje, Javier Fernández, entre otros, contemplaron en el palco de invitados la final de la Caja Mágica.