Sonia Escribano (Madrid, 1972) es la directora general del Grupo Prensa Pitiusa. Periodista de profesión, Escribano vivió en primera persona el nacimiento de Periódico de Ibiza y Formentera hace 10 años. Una década en la que todo ha cambiado profunda y rápidamente, sobre todo en lo que a los medios de comunicación se refiere. Para esta nueva etapa, la directora general del grupo tiene claro que será necesario potenciar el crecimiento de este rotativo en su área digital. Sin embargo, también tiene claro que ello no tiene por qué significar forzosamente la desaparición del periodismo impreso. En este aniversario de nuestra primera década de existencia, Sonia Escribano nos cuenta parte de la historia de Periódico de Ibiza y Formentera.
—Periódico celebra sus primeros 10 años de existencia ¿Cómo recuerda aquellos primeros días con el Periódico ya en la calle?
— Bueno, fueron días muy ajetreados. Por un lado, la emoción del principio, los nervios y la dificultad añadida de poner en marcha un proyecto asumiendo una parte importante de la plantilla del extinto UH Ibiza. Los trabajadores venían con reticencia y desconfianza. Muchos de ellos ni si quiera quisieron formar parte del proyecto. Había que unificar una redacción que entraba completamente nueva, con otra que formaba parte del Grupo desde los inicios: los trabajadores de TEF. No fue fácil, pero lo conseguimos. Y no sólo eso, conseguimos algo más importante: que acabaran formando parte del equipo y sintiéndose parte implicada del mismo y que las sinergias entre ambas redacciones sean, a día de hoy, completas y absolutas, lo que nos hace más fuertes
— Algunos nos llamaban «panfleto» y decían que cerraríamos rápido. ¿Qué les responde hoy?
— Sí, es verdad. Cuando empezamos algunos de nuestros colegas periodistas calificaban al Periódico como «panfleto». A mí directamente me lo dijeron en alguna ocasión. Era la forma de despreciar nuestro trabajo y nuestro medio. Entiendo que es difícil asimilar la entrada de un nuevo medio de comunicación, en un momento en el que la hegemonía, no solo informativa, sino también comercial, recaía prácticamente en una sola cabecera. Y, además, nosotros nacimos para ser la alternativa real, lo antagónico a lo que ya existía. El hecho es que la llegada de Periódico fue como un soplo de aire fresco. Bueno, más que un soplo la realidad es que llegamos como un huracán. Entramos con la fuerza y las ganas de los niños pequeños cuando salen al recreo. Nada más empezar, Periódico de Ibiza y Formentera destapó en primicia uno de los mayores escándalos que creo que se han producido en esta isla en un equipo de gobierno municipal y en pocas semanas tuvieron que dimitir todos. Aquella fue la primera de las muchas exclusivas que hemos destapado en estos 10 años. Y con mucha humildad, mucho trabajo y muchas ganas fuimos poco a poco haciéndonos un hueco en las estanterías de los quioscos, en las barras de los bares, en las mesas de los restaurantes, en los pequeños y no tan pequeños negocios de Ibiza. Periódico de Ibiza y Formentera empezó a estar presente cada vez en más sitios hasta que en un tiempo récord pudimos mirar a los ojos desde la misma altura al decano de la prensa pitiusa.
— Dentro del panorama mediático de Ibiza y Formentera, ¿qué lugar ocupa Periódico de Ibiza y Formentera?
— Pues hoy en día quiero pensar que un papel muy relevante. Somos un medio de comunicación serio y ahora mismo creo que imprescindible. Es importante que en Ibiza y Formentera haya más de una cabecera. No solo porque los monopolios siempre son malos, sino porque el tener un único periódico es como tener un pensamiento único. La variedad informativa y los diferentes puntos de opinión fomentan el espíritu crítico de las personas y también la capacidad de pensar por uno mismo, de no quedarse únicamente con lo que te cuentan desde una de las esquinas. Creo que los ciudadanos de estas islas se merecen que les contemos las cosas desde puntos de vista alternativos y que ellos luego decidan con qué partes del relato se quedan, a quien dan más credibilidad, o con quien se sienten más cómodos en la lectura.
— Usted es ahora la directora general del grupo. Dirigir una empresa periodística no tiene que ver con dirigir otro tipo de empresas y, además, en estos 10 años Ibiza ha cambiado mucho. ¿Cómo cree que ha afectado esta evolución de la isla al Grupo Prensa Pitiusa?
— Cierto, en 10 años ha cambiado todo muchísimo a todos los niveles pero en Periodismo mucho más. Ahora todo es para ya, ya, ya. Las redes sociales han puesto del revés todas las premisas que nos enseñaron cuando estudiábamos la carrera. Y nosotros, evidentemente, hemos ido adaptando los medios y la forma de trabajar a los tiempos que corren. Hace 10 años era impensable que un tanto por ciento importante de la redacción teletrabajase. Hoy en día, y sobre todo después de la pandemia, el teletrabajo es algo que se ha normalizado bastante. Evidentemente es más fácil en la redacción de Periódico que en la de TEF porque para editar y grabar las noticias hay que estar ahí, obvio. Pero, incluso así, recuerdo un día que un redactor de TEF estuvo expuesto al COVID y toda la redacción menos una persona y yo, tuvo que quedarse en casa. Y el informativo lo hicimos igual. Fue muy complicado, pero salió. Eso a nivel periodístico. Si hablamos de cómo es dirigir y organizar un hoy en día un Grupo de empresas tan variadas (TEF, Periódico, IGR, IGTV y la productora Global Mediterráneo) con casi 100 personas, le puedo decir que un poco de locura sí que es (risas). Cada empresa tiene necesidades muy específicas, infraestructuras y equipos técnicos absolutamente dispares y problemas muy particulares. Así que el día que me toca preparar con el equipo de TEF una retransmisión de la moda Adlib, tramitar un permiso para que unos djs de Ibiza Global Radio puedan hacer una sesión al aire libre y hablar con un político sobre un tema de actualidad que será portada de Periódico al día siguiente, llego a casa que no sé ni cómo me llamo ni quien soy (risas). Pero adoro mi trabajo.
—¿Qué objetivos se marca a partir de ahora para Periódico de Ibiza y Formentera?
— La verdad que el principal objetivo es seguir. Mantenernos en papel y continuar día a día mejorando y subiendo en redes sociales y web. Por supuesto el futuro son las nuevas formas de comunicación que siguen los jóvenes, que ya no leen papel, sino que se informan a través de Instagram, YouTube, Facebook y Twitter. Así que hay que potenciar la web y las RRSS. Pero quiero pensar que el papel no va a desaparecer. Igual es una idea romántica de una persona que tiene ya sus años y que no concibe no tocar lo que lee. A mí me gusta el papel. Pasar las hojas, mirar las fotos. Mi objetivo es que, mientras esté yo, crezcamos en redes sociales, pero que el papel no desaparezca.
—El PSOE nos tiene vetados. Ahora que cumplimos 10 años, ¿qué mensaje le gustaría mandarles?
— No seré yo quien le diga a un partido político lo que tiene que hacer, pero, si me pide mi opinión, creo que se han equivocado por completo. ¡Allá ellos! Desde luego creo que como estrategia de comunicación no puede ser más nefasta. Vetar a todo un grupo- le recuerdo que tampoco hacen declaraciones ni entrevistas en TEF- es, desde mi punto de vista, muy torpe y no creo que haya otro precedente igual en toda España. Estamos hablando del PSOE, de un partido que históricamente ha defendido la libertad de expresión, la libertad de prensa y la pluralidad de opinión. Nosotros no hemos dejado de llamarles para invitarles a nuestros programas de debates políticos. Le voy a contar un caso que se dio hace muy poco y que realmente resultó surrealista. El conseller Josep Marí Ribas Agustinet, una de las personas que me consta más se ha interesado en ponernos el veto, convocó una rueda de prensa hace poco y el único medio que fue a cubrirla fue la TEF, el medio al que él lleva más de dos años sin acudir. Pues ahí estaba, dando la rueda de prensa más solitaria de su historia, ante un único micrófono de TEF. Si nosotros hubiésemos actuado como actúa él, se habría quedado solo en su rueda de prensa.
— ¿Y a nuestro más directo competidor?
— No le digo nada. Cada uno tiene su papel, nunca mejor dicho, y ambos son importantes. A quien sí me gustaría mandar un mensaje de profundo agradecimiento es a nuestros lectores y a nuestros anunciantes. Porque sin ellos Periódico de Ibiza y Formentera no existiría. Así que a todo aquel que ahora mismo esté leyendo el Periódico: GRACIAS
— Para acabar, en estos 10 primeros años, ¿cuál ha sido para usted el momento más duro? ¿Y el mejor?
— Momentos duros hay casi todos los días. Vivimos en una especie de montaña rusa donde cada día hay que apagar un fuego. Pero, sin duda, el momento más duro fue durante la pandemia. Gestionar aquello desde el punto de vista periodístico pero también empresarial, fue de las cosas más duras que he vivido yo en mi carrera. Y tuvimos suerte porque ningún trabajador enfermó gravemente y nadie del equipo tuvo problemas serios con el COVID, pero sí había miedo, sobre todo al principio. Y la empresa tenía que proporcionar una seguridad laboral que no era fácil, no había mascarillas, ni guantes, no sabías muy bien cómo proceder. Les hicimos de forma completamente gratuita varios test, cuando costaban una burrada, a todos los trabajadores, incluso vinieron médicos y enfermeras de una clínica privada a la redacción para hacerles el test a todos. En fin, que fue complicado, pero lo superamos. Y momentos buenos ha habido muchos, afortunadamente. Los mejores son siempre cuando gracias a las noticias que publicamos logramos cambiar las cosas para mejorar la vida de la gente. Y eso nos ha pasado, por fortuna, unas cuantas veces.