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Mujeres de cine, mujeres de acción

Capitán Marvel.

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Quién dijo que la acción, las aventuras y las historias de superhéroes eran cosa de hombres? Ya puede desdecirse. Este 2020 demuestra que será uno de los años más prolíficos en cuanto a presencia femenina en papeles protagonistas tanto delante como detrás de las cámaras. Pero no solo en los clásicos dramas o en cintas independientes, sino en grandes superproducciones de Hollywood. Mulan, Wonder woman o la Viuda negra están dispuestas a reventar la taquilla.

DIRECTORAS DE OSCAR

«Los buenos tiempos han llegado». Esta fue la frase que la actriz, cantante y directora Barbra Streisand exclamó la noche del 7 de marzo de 2010 cuando abrió el sobre con el nombre del ganador al Oscar a la mejor dirección de ese año: Kathryn Bigelow, responsable de la cinta bélica En tierra hostil. Sin duda, fue una noche histórica. Antes que Bigelow solo tres directoras habían logrado entrar en la terna de nominados: Lina Wertmüller por Siete bellezas (1976), Jane Campion por El piano (1993) y Sofia Coppola por Lost in Translation (2003). Desgraciadamente después de Bigelow solo Greta Gerwig ha logrado nominación con Lady bird (2017). Cinco mujeres nominadas en décadas de historia de los premios.

Deben de ser ciertas las polémicas manifestaciones que Barbra Streisand hizo en 2017, cuando aseguró que el sexismo imperante fue determinante para que sus películas Yentl, estrenada en noviembre de 1983 y nominada a cinco Oscars, y El príncipe de las mareas, que optó a siete estatuillas en 1991, incluida la categoría de mejor película, no lograron ser candidatas al Oscar en su faceta de realizadora.

Incluso la gala de los Oscar de este año volvió a estar empañada por la falta de directoras nominadas. Los trabajos de Greta Gerwig en Mujercitas, que optaba a seis premios Oscar, Lulu Wang con The Farewell, Kasi Lemmons por Harriet o Marielle Heller con Un amigo extraordinario cayeron en el olvido. Pero esta vez la indignación duró meses y se escuchó muy alto.

MUJERES DE ACCIÓN

No hay duda alguna de que el boom taquillero de Wonder woman en 2017, con casi 900 millones de dólares recaudados en todo el mundo, y unas críticas notables, animó a los estudios a hacer un pensament. Hasta que la heroína de DC arrasó en todo el mundo, Hollywood había dejado de rodar películas de acción con personajes femeninos, al considerar que el público no estaba interesado en pagar para verlas en pantalla grande; fracasos como Memoria letal (1996), Aeon Flux o Elektra (2005) parecían demostrarlo.

De paso, también creyeron que dejar que una mujer tomara las riendas de una superproducción era sinónimo de fracaso. Patty Jenkins demostró que no era cierto. Por eso, Marvel ha tardado tantos años en dar luz verde a una cinta protagonista por Scarlett Johansson como Natasha Romanoff / Viuda negra, dentro del universo de Los vengadores, que no veremos hasta dentro de un mes; aunque el año pasado ya pudimos ver a la oscarizada Brie Larson enfundarse en el traje de la Capitana Marvel con gran éxito. Los tiempos cambian, el público también, y con él la industria de Hollywood.

ANTECEDENTES

Aunque ahora las mujeres comienzan a ponerse tras las cámaras de películas tradicionalmente dirigidas por hombres, no piensen que antes no ocurría, poco, pero hay varios ejemplos de directoras que trataron de romper el techo de cristal del cine de acción. Lástima que si fracasaban, no les volvían a dar otra oportunidad.

La actriz británica Ida Lupino   (1918-1995)  trabajó en el Hollywood clásico de los 30, 40 y 50, pero casi desconocida resulta su faceta como directora, guionista y productora independiente. Dirigió películas de serie B porque nadie le daba dinero para rodar con más medios, y siempre intentó poner en evidencia el papel pasivo de la mujer en el cine de Hollywood.

Más actuales son realizadoras como Mimi Leder, que tras triunfar con la serie Urgencias en televisión, dio el salto a las grandes ligas con películas como El pacificador (1997) o Deep impact (1998), para volver de nuevo a la pequeña pantalla. Lo mismo sucedió con Rachel Talalay (Tank girl) o Karyn Kusama, que fracasó con Aeon Flux, pero en los últimos años se ha resarcido gracias a los éxitos de La invitación (2015) o Destroyer (2018).

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