El presidente de la Obra Cultural Balear (OCB), Jaume Mateu, ha pedido a las administraciones públicas más inversión en presupuestos y «esfuerzos» en el ámbito lingüístico-cultural con el objetivo de defender la lengua y cultura propias de las Islas.
Durante el parlamento que ha realizado con motivo de la Diada per la Llengua este sábado en Ses Voltes, Mateu ha ensalzado la «resistencia» de los baleares para proteger su lengua pero, ha señalado, «ya no queremos celebrar más la supervivencia: ahora queremos vivir plenamente y digna en catalán, en la lengua que hemos heredado y que queremos dejar en herencia en condiciones espléndidas».
Por otra parte, el presidente de la OCB ha mostrado su absoluto apoyo a la consulta planeada para el 1 de octubre en Cataluña, donde los ciudadanos «decidirán pacíficamente, libremente y dichosamente en referéndum qué quieren ser», según sus palabras.
Así pues, Mateu ha invitado a los asistentes al evento a hacer «de cada día, una diada» y a «hacer aquello que es habitual en cualquier país con altos registros de normalidad: hablar siempre y en todas partes en la lengua de aquí, la catalana».
El acto, bajo el lema 'De cada dia, una Diada', comenzaba este sábado sobre las 17.30 horas con la actuación del grupo Cucorba. A las 18.30 horas, estaba prevista la actuación de dos agrupaciones de castellers, Al·lots de Llevant y Castellers de Mallorca.
Hacia las 19.15 horas ha sido el acto central con el parlamento del presidente de la OCB, precedido por las palabras del colectivo Tots Plegats. A las 21.30 horas se clausuraba con la fiesta 'Música Nostra' presentada por la actriz Paula Company.
Si a título personal el presidente de la OCB está a favor del referéndum (recordemos que Franco también los hizo, una prueba de que no todos son democráticos) me parece muy bien. Pero muchos de sus afiliados o simpatizantes, pese a tener claro que los baleares hablamos una modalidad del catalán, ningún apoyo dan a la independencia de Cataluña (porque perdemos todos) y menos a una integración política. Si habla institucionalmente, se columpia. Cultura sí. politiqueo, no.