Baleares se sitúa a la cola de las comunidades autónomas en cuanto al número de fallecidos por COVID-19, pero el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España detecta, no obstante, exceso de mortalidad que las Islas han sufrido en el último año, el año de la pandemia. Con datos recopilados hasta los primeros días del mes de marzo, se observaron en las Islas 17.051 fallecimientos, en torno a un diez por ciento más de las defunciones esperadas.
La información sobre la mortalidad diaria por todas las causas se obtiene del Registro General de Registros Civiles y Notariados del Ministerio de Justicia, distribuidos entre todas las Comunidades Autónomas y que incluye las 52 capitales de provincia. Durante el año 2020 el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España incluye las defunciones por todas las causas procedentes de 3.929 registros civiles informatizados, que representan el 92% de la población española. Las estimaciones de mortalidad esperada, que se realizan mediante modelos restrictivos de medias históricas basados en la mortalidad observada del 1 de enero 2008 hasta un año previo a la fecha actual, procedente del Instituto Nacional de Estadística, apuntan a que en las Islas se preveían un total de 15.375, 5 muertes desde finales de febrero de 2020 a marzo de 2021
Las muertes observadas en ese mismo período es de un total de 17.051 fallecimientos en las Islas, y, por lo tanto, un exceso de más de 1.600 decesos.
El sistema MoMo ha detectado en el último año dos períodos de exceso de mortalidad. El primero coincide con las primeras semanas de confinamiento, entre marzo y abril. En este intervalo de tiempo, se observaron un total de 307 muertes por distintos motivos en Baleares, con un exceso sobre las defunciones esperadas de casi un 30%. La mayoría de los fallecidos fueron hombres, hasta 171 y mayoritariamente en la franja de más de 74 años.
El siguiente momento de exceso de mortalidad se produjo en mayo, entre el 9 y el 10, con 61 fallecidos, el 80 por ciento mujeres, y un exceso de mortalidad de en torno al 45%.