La Justicia es lenta, pero llega. Aunque en ocasiones con algo de retraso. Ramón Mulet Pacis, agente de la Policía Local de Palma, lleva años litigando para cobrar una indemnización por un accidente de tráfico que tuvo hace más de tres décadas. La historia se remonta al año 1988, cuando nuestro protagonista tuvo un accidente de moto y fue atropellado por un vehículo de Correos que se había saltado una señal de ceda el paso. Se celebró el correspondiente juicio y, en fecha 29 de diciembre de 1988 se condenó a Correos España por daños a su vehículo y la correspondiente indemnización que en su día marcó la autoridad judicial. Concretamente, el importe de la indemnización fue de 51.000 pesetas, es decir, 306 euros actuales.
Pasaron los años y los años y jamás se ejecutó la sentencia. «Comencé entonces la defensa de mis legítimos intereses. A través de la institución del Defensor del Pueblo, mantuve durante más de dos décadas correspondencia. Ellos iban haciendo gestiones y requiriendo al juzgado los motivos de las dilaciones indebidas e insistiendo en la ejecución de la sentencia», comenta Mulet.
Afán de justicia
En febrero de 2020, movido por su afán de justicia, decidió que este caso no podía acabar así. De hecho, hay frase atribuida al célebre filósofo Séneca que viene como anillo al dedo en esta historia: «Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía». Por ese motivo, el afectado decidió poner el asunto en manos del despacho de abogados Moya&Emery que, sin ánimo de lucro y por principios quisieron ayudarme a que se hiciera justicia», añade Mulet.
Lo más sorprendente es que 33 años más tarde, ocurrió algo inédito o, como mínimo, muy poco habitual en el derecho procesal. La Justicia dio su brazo a torcer y se ha dado orden de ejecutar la sentencia. Para ello, los letrados tuvieron que recurrir a acuerdos de la Audiencia Provincial, pero finalmente lo consiguieron.
Ahora, este vecino de Palma ha conseguido que Correos España le pagara las 51.000 pesetas (306 euros) del importe de la sentencia y 1.760 euros en concepto de intereses de estos 33 años de espera. «La lección es clara. La Justicia existe. Aunque a veces es muy, muy, muy lenta, pero llega», concluye Mulet.
JuanNo puedo entender lo que quieres decir