La Universitat de les Illes Balears (UIB) es la primera institución del mundo que dispondrá de un banco de muestras biológicas de cálculos renales (las popularmente llamadas piedras del riñón) con una finalidad de investigación biomédica y docente.
La creación de este biobanco ha sido impulsada por el Laboratori d'Investigació en Litiasi Renal de la UIB, dirigido por Fèlix Grases. El biobanco reunirá inicialmente una colección de cálculos renales ya estudiados y clasificados, anónimos o codificados, de las 16.000 muestras de las que dispone el Laboratori, además de 4.000 imágenes microscópicas.
La iniciativa fue presentada ayer en la Universitat por el propio Fèlix Grases; el vicerrector de Política Científica i Investigació, Víctor Homar; y la investigadora del Laboratori de Litiasi Renal y del biobanco Antònia Costa. La puesta en marcha del biobanco permitirá la colaboración con otras universidades, hospitales y centros de investigación, tanto estatales como internacionales, pues podrá ceder muestras con un objetivo de investigación biomédica. También permitirá ampliar los estudios relacionados con la litiasis renal e implantar en otros centros el sistema pionero de análisis de los cálculos renales desarrollado por el Laboratori, que determina con exactitud muchas de las causas de su formación. Igualmente, contribuirá a mejorar la formación de profesionales especializados.
La contratación del personal técnico necesario y la adquisición del equipamiento científico ha sido posible gracias a la donación de 2,5 millones de euros que han hecho los propios investigadores del Laboratori. Este dinero procede del pago por adelantado de 3,7 millones de euros de los derechos de explotación de una patente del Laboratori, adquiridos por la empresa farmacéutica suiza Vifor Pharma
No es la primera vez que esto ocurre. Los miembros del Laboratori han invertido beneficios económicos resultantes de su actividad investigadora a financiar la continuidad de la misma.
Se calcula que la patología de los cálculos renales afecta a más del 10 % de la población española, por lo que es considerada de alta prevalencia.