El prohibitivo precio de la vivienda en alquiler en Baleares conlleva que el inquilino tipo de los pisos compartidos tenga una de las edades más avanzadas de toda España. Sin ir más lejos, un estudio del portal inmobiliario Idealista sobre capitales de provincia sitúa la edad media en Palma en los 38 años, cuatro por encima de la media estatal (que ha subido un año con respecto a 2022) y hasta 12 más que la capital de provincia con la media más reducida, Córdoba (26 años).
La dificultad para acceder a la vivienda en la capital balear es perceptible a través tanto de esta como del resto de estadísticas que incluye el estudio. El precio medio de un piso compartido, por ejemplo, es el segundo más elevado, con un precio medio de 475 euros al mes, solo superado por los 485 euros de Barcelona. Ciudad Real es, por otra parte, la ciudad más económica entre las analizadas por el portal inmobiliario, con 180 euros mensuales de media.
Asimismo, Palma comparte con Ávila el porcentaje más alto de subida de los precios con respecto al año pasado: los precios en el alquiler compartido han experimentado un incremento del 19 % en los últimos doce meses, periodo en que la subida media en el conjunto de capitales de provincia no supera el 3 %.
Paralelamente, la oferta ha registrado también un incremento, aunque de los más moderados de España: un 17 % cuando la media estatal ha alcanzado el 34 %. Con todo, se constata que en estos momentos hay una mayor oferta de habitaciones disponibles que hace un año.
En relación de nuevo al perfil tipo, este es similar al del año pasado: vive en el centro de la ciudad, no fuma ni permite que se fume en la vivienda y no tiene ni admite mascota.
Esta progresión al alza de los precios del alquiler en general va a mantenerse muy probablemente en los próximos meses, según apuntan desde el sector de los agentes inmobiliarios. Concretamente, señalan que la nueva ley estatal de vivienda aprobada hace tres meses ha conllevado una disminución de la oferta, de más del 10 % en Baleares. El presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (APIs), José Miguel Artieda, explica que los propietarios prefieren dejar las viviendas sin ocupar que dar a los inquilinos las garantías jurídicas que marca la nueva ley.