Una abuela ha sido víctima de una estafa y robo de sus joyas de oro en Pollença a plena luz del día. Carmen Leiva, de 82 años, portaba siete pulseras y dos collares cuando una joven la abordó y engañó ofreciéndole cremas para probar. En ese momento se las hizo quitar porque supuestamente no podían tocar el oro, por lo que Leiva se las quitó, momento en el que la ladrona aprovechó para cometer el hurto y huir.
La mujer había salido a dar una vuelta por el pueblo y cuando volvía de hacer la compra, sobre las 12.30 horas, la presunta autora se cruzó en su camino en la calle Bartomeu Aloy, según ha podido saber Última Hora a través de su nieta. Leiva describe a la ladrona como una joven, de entre 25 y 30 años, y piel clara. Además llevaba un trapo que ocultaba su rostro y que se excusó diciendo que se lo ponía porque no le podía dar el sol.
La joven le dijo a la víctima que le iba a probar unas cremas que le iban a ir muy bien para la piel, según recita Última Hora, pero que no podían tocar el oro porque por sus componentes lo estropearían. Después la ‘vendedora’ acompañó a Carmen a su casa para hacerle las pruebas. En ese momento comenzó a sacarle las pulseras y después propuso ponerle crema en el cuello para también «hacerle un masaje». La sospechosa le dijo que le tenía que quitar los collares. Pese a que la víctima le advirtió de que no se podían quitar, la joven insistió, diciéndole «no te preocupes, te lo quito rápido».
Una vez que le probó las cremas y le dio el masaje, la joven hizo como que dejaba las joyas en el caminador de la mujer y le aseguró que volvería pronto, que iba a buscar más producto a su furgoneta. Ante la ausencia de noticias, la octogenaria fue a revisar que sus joyas estuviesen en el caminador, y en ese momento se dio cuenta de que había sido estafada.
La familia ha denunciado ante la Guardia Civil este jueves los hechos y se harán cargo de la investigación, además de lanzar un mensaje por redes sociales criticando «que cosas así sigan ocurriendo». Marina, ha dicho indignada: «Es un pueblo supuestamente tranquilo, que pase esto es una pena». La nieta de la víctima ha finalizado asegurando que más allá de la importante pérdida económica, este suceso ha sido una experiencia traumática para Carmen: «Desde que pasó esto mi abuela ya no quiere ir sola a ningún lado, tiene miedo».
Con los tiempos que corren, ciertos colectivos deberían protegerse más. No es de sentido común, aunque no debería ser así, pasearse con oro en el cuerpo si no te puedes defender!!!