«No es frecuente que en este museo inauguremos una exposición sobre la realidad de una comunidad de la que nos sentimos tan cercanos». Con estas palabras, el director del Museu d'Història de Catalunya de Barcelona, Jaume Sobrequés, subrayó el jueves «el valor simbólico» del que goza la muestra sobre Eivissa Patrimonio de la Humanidad, que se presenta en la Ciudad Condal tras haber estado en Can Ventosa y en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas.
La presentación de la muestra contó con la asistencia de un buen número de miembros de la Casa d'Eivissa en Barcelona, entre ellos su presidente, Alberto Oliver, quien remarcó «la gran emoción» con que recibían el evento, ya que «se es más patriota cuando se está fuera de la isla». Asimismo, explicó la importancia de esta iniciativa, que demuestra que Eivissa «no es tan sólo un pasatiempo para unos cuantos, sino que en ella también se puede vivir una cultura con profundas raíces históricas».
El conseller de Cultura del Govern balear, Damià Pons, que se desplazó junto con el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, para asistir a la inauguración, incidió también en esta idea afirmando que él ha observado como la isla «se anecdotizaba con una imagen que no era la propia de Eivissa», aludiendo al turismo de sol y playa. «Eivissa es una isla con un paisaje y una cultura de una personalidad muy exclusiva, y debemos recuperar éstos con el impulso de la declaración de Patrimonio de la Humanidad».
Tarrés, por su parte, coincidió con el conseller en la relevancia cultural y biológica de la isla, y manifestó su intención de que esta exposición se convierta «en la casa de los ibicencos que residen en Catalunya y de los catalanes que quieren a la isla como un ibicenco más». «En Eivissa tenemos la suerte de que un trozo de nuestra historia nos ha llegado prácticamente intacto», explicó Tarrés, quien además subrayó que los ibicencos «son los responsables de cuidar y conservar este patrimonio para que los que nos visitan puedan disfrutar de ello en buenas condiciones, de tal manera que Eivissa sea admirada y nos sintamos orgullosos de ello». La muestra consta de una decena de stands dedicados a los bienes patrimoniales reconocidos por la Unesco.